Defensa
Todas las comunidades menos Cataluña y País Vasco vuelven a recurrir a los rastreadores militares
Misión Baluarte: un millar de miembros de las Fuerzas Armadas están desplegados por todas las comunidades excepto Cataluña y el País Vasco
Un millar de miembros de las Fuerzas Armadas siguen desplegados o lo harán próximamente por las comunidades autónomas excepto Cataluña y el País Vasco como rastreadores de covid-19 dentro de la Misión Baluarte de lucha contra la pandemia.
Baluarte fue como bautizaron las Fuerzas Armadas a sus trabajos de rastreo de posibles contagiados para las comunidades autónomas que soliciten su ayuda. Durante el estado de alarma por la crisis del covid-19 fue la Operación Balmis quien tuvo el protagonismo.
En la actualidad, están activos un total de 797 rastreadores militares y está prevista la incorporación en los próximos días de otros 102 en Castilla-La Mancha y cien en Murcia, tras ser validados por Sanidad.
Meses atrás, el número de militares dedicados a esta tarea de rastreo fue disminuyendo a medida que iba bajando la incidencia, pero en las últimas semanas, ante el auge de la sexta ola y la llegada de ómicron, las autonomías han vuelto a dirigirse a Defensa para aumentar el número de efectivos. Menos la Generalitat y el Gobierno vasco.
Las últimas comunidades en pedir ayuda a las Fuerzas Armadas han sido Baleares (30 efectivos más), Cantabria (30), Canarias (12), Aragón (20), Navarra (12), Castilla y León (60) y Madrid (80).
El caso de Cataluña y País Vasco
Cataluña y País Vasco, al ser comunidades gobernadas por fuerzas nacionalistas, mantienen una relación tirante con el Ejército español, al que, en los casos más extremos, algunos ven como una especie de 'fuerza de ocupación'.
En el caso catalán, fue ERC el partido encargado de dirigir la Consejería de Salud durante la pandemia. Cuando Defensa les ofreció sus rastreadores durante la primera ola, se descolgaron asegurando que hacían falta más sanitarios y menos militares.
Sin embargo, durante los primeros días del Estado de Alarma, y coincidiendo con la primera semana de confinamiento, la UME sí actuó en suelo catalán y vasco y en concreto, en instalaciones de titularidad del Estado como los aeropuertos de Loiu (Vizcaya) y El Prat, el puerto de Barcelona y las estaciones de tren de Bilbao y Vitoria.
Las FFAA durante la pandemia
Baluarte hacen labores de rastreadores desde su puesta en marcha. Desde la base de Retamares (Madrid), al igual que sucedió con la operación Balmis, se coordinan
de nuevo todas las intervenciones de nuestras FFAA.
El rastreo comienza cuando las comunidades notifican un positivo. «Cada llamada puede durar entre 20 y 40 minutos, porque, además de interesarnos por su situación y tranquilizarlo, tenemos que conseguir que nos facilite sus contactos estrechos», explicaba para la Revista Española de Defensa el capitán de la UME Pascual Galera.
Durante Balmis, cuyo nombre rinde homenaje al médico militar español Francisco Javier de Balmis, el responsable de la expedición que llevó la vacuna de la viruela a América y Filipinas, los efectivos lucharon contra la propagación del coronavirus, sacando a los militares a las calles de toda España.