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Consumo

Por qué te conviene esperar a 2022 para comprar un nuevo electrodoméstico

La obligación de mantener la existencia de piezas de reparación y de un servicio técnico adecuado se extiende a 10 años a partir de la fecha en la que el producto deje de fabricarse

Si estás pensando en comprar un electrodoméstico a partir de 2022 seguramente estés de enhorabuena. Hacerte con un producto tecnológico o un aparato para tu cocina el año que viene te permitirá disfrutar de mayores garantías y escapar en la medida de lo posible de la obsolescencia programada.

A partir del año que viene (la fecha está aún por determinar), el plazo de garantía de determinados productos pasa de dos a tres años. Además, los fabricantes deberán asegurar durante otros diez años las piezas de repuesto y no durante cinco, como se venía haciendo hasta ahora. 

Esta modificación de la Ley General de Defensa de los Consumidores y Usuarios ha sido gracias a la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), entrará en vigor a principios del año 2022 y permitirá ampliar los plazos de garantía de los productos. Esta medida supone un paso adelante en la sostenibilidad y reparabilidad de los artículos. De todas formas, la OCU aconseja esperar a que esté vigente la modificación antes de embarcarse en la compra de productos duraderos como electrodomésticos, televisores, vehículos y el resto de productos.

La obligación de mantener  piezas de reparación se extiende a 10 años desde que el producto deje de fabricarse

La OCU explica en un comunicado que «los usuarios tienen derecho a reparar los productos y es un gesto básico de consumo sostenible», aunque no siempre se lo ponen fácil. «Nosotros apostamos por sostenibilidad y durabilidad, y fruto de ello es nuestra iniciativa contra la obsolescencia prematura de los productos».

Esta ampliación va en línea con la Agenda Europea del Consumidor y lo que tratará de facilitar será la transición ecológica hacia un consumo más sostenible.

Todos los bienes de consumo duradero tenían, por ley, una garantía de dos años. Además, los fabricantes estaban obligados a garantizar la existencia de las piezas para poder repararlos, durante al menos los cinco años siguientes a la fecha en la que el bien dejara de fabricarse.

La nueva norma amplía estos plazos

La garantía legal de los productos pasa a ser de tres años. La obligación de mantener la existencia de piezas de reparación y de un servicio técnico adecuado se extiende a 10 años a partir de la fecha en la que el producto deje de fabricarse.

La obligación de mantener la existencia de piezas de reparación y de un servicio técnico adecuado se extiende a 10 años a partir de la fecha en la que el producto deje de fabricarse.

Otra novedad muy interesante para los consumidores es la relativa a la carga de la prueba: se amplía de seis meses a dos años el periodo en el que el consumidor no necesita demostrar la falta de conformidad del producto, algo mucho más favorable para los consumidores.

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