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Coronavirus

Los contagios siguen al alza, el ritmo se ralentiza y la sexta ola da síntomas de llegar a su pico

Tras una subida fulgurante en Navidades, el ascenso se crece más lentamente y augura que el techo no está lejano

La sexta ola da la sensación de que ha empezado a frenar su crecimiento en España.

En un contexto navideño, del que se venía con una subida fulgurante, los últimos datos recabados hablan sin dudas de un ascenso ralentizado de los contagios que podrían augurar que el pico se alcanzará próximamente. 

Todo ello, compatible con un alto ritmo de contagios, que hacen buena la teoría de que ómicron contagiaría mucho más pero con síntomas más leves. Una situación que ha llevado al Gobierno de Pedro Sánchez a reactivar la estrategia de 'gripalizar' la COVID-19 y empezar a tratar la pandemia como una enfermedad estacional más una vez finalice la presente ola.

Los casos suben, pero más lentamente

Entre las comunidades que este sábado han reportado su situación epidemiológica, parece que el ascenso de casos activos se ralentiza.

Este sábado Galicia ha notificado 8.615 contagios en las últimas 24 horas, 188 más que un día antes, si bien la velocidad de crecimiento parece disminuir de forma notable, ya que los nuevos casos hasta las seis de la tarde de ayer son 564 menos que un día antes. 

En Cataluña los casos confirmados siguen al alza, con 30.598 más, y el riesgo de rebrote se dispara por encima de los 5.000 puntos, aunque parece que la presión en los hospitales se ha aliviado con una reducción tanto del número total de ingresados (2.405) como de atendidos en la UCI (510).

Sin embargo, en la Comunidad de Madrid han bajado las cifras de contagios, los ingresos y las muertes por COVID-19. Así, este sábado reporta 17.233 contagios nuevos, de los cuales 11.140 han sido diagnosticados en las últimas 24 horas.

Actualmente, en los hospitales madrileños hay 2.915 pacientes ingresados en planta y 304 en las ucis, frente a los 2.952 ingresos en planta y los 322 en las unidades de cuidados intensivos que había este viernes.

Una jornada en la que las ucis de las Islas Baleares han alcanzado nivel de riesgo «muy alto» con una ocupación del 25,51 % y 86 pacientes y 317 contagiados de coronavirus están hospitalizados, además de que se han detectado 3.724 casos nuevos y notificado tres fallecimientos.

Por su parte, Cantabria ha informado de 2.275 contagios nuevos en las últimas 24 horas, 156 más que el día anterior, y la incidencia acumulada a catorce días ha superado los 4.000 casos por 100.000 habitantes (4.176).

En Murcia se han notificado 805 casos menos que el día anterior (5.969) y dos personas fallecimientos por coronavirus, según ha informado la consejería de Salud.

La ciudad autónoma de Ceuta, con 413 nuevos positivos, continúa en riesgo muy alto de transmisión y ha llegado este sábado a una incidencia a catorce días por cada 100.000 habitantes de 4.784 casos (frente a los 4.429 de ayer), y a siete días, de 3.250 (ayer fue de 3.076).

Como es habitual, Sanidad volverá a ofrecer los datos totales en el país el próximo lunes.

El ansiado pico

De confirmarse, ahora la gran pregunta a resolver sería conocer cuando se alcanzará el ansiado pico.

Además, hay que tener en cuenta que en otras ocasiones se han producido ralentizaciones o incluso frenazos que en vez de significar el pico de esa ola posteriormente se reprodujeron con más fuerza.

Es lo que ha ocurrido con otros países europeos que sufrieron la llegada de la variante ómicron mucho antes que España y que parecieron alcanzar el mencionado techo y más tarde volvieron a subir.

Es el caso de Alemania y Países Bajos, actualmente en ascenso tras experimentar una bajada que llegó hasta principios de año. 

Especial relevancia tiene Sudáfrica, el primer país donde la ómicron se extendió: la subida fulgurante provocada por esta variante fue seguida por un descenso también acentuado que no ha continuado después. Y es lo que esperan las autoridades sanitarias que ocurra en España.

Por ello, el Ejecutivo habla ya de empezar a tratar la COVID-19 como si de una gripe se tratara, una estrategia que podría implementarse en cuanto se alcance ese pico pese al actual rechazo de, entre otros, gran parte de la atención primaria.