La mujer madrileña a la que le negaron una baja por la covid

El domingo 9 de enero doy positivo en una prueba de antígenos realizada en mi casa tras haber dado negativo el día anterior. Cabe destacar que llevaba con síntomas compatibles con la COVID-19 desde el 6 de enero, pero el resultado siempre era negativo.

En el momento que vi el positivo llamé al teléfono de la Comunidad de Madrid para notificarlo e iniciar los trámites de mi baja laboral. Me tomaron los datos y me indicaron que notificarían a mi Centro de Salud (Alcorcón) mi positivo para que empezaran a tramitar el proceso de baja y seguimiento y, en paralelo me enviarían un SMS para comunicarme dicha acción.

El martes, tras no recibir SMS alguno, acudí al centro de salud, ya que por teléfono me había sido imposible contactar, y me indicaron que no habían recibido ningún  dato ni comunicación. Una vez más, me volvieron a tomar los datos y me notificaron que el jueves se pondría en contacto conmigo un médico del centro de salud. Continuaba con muchos síntomas, no graves, pero nadie me preguntó por mi estado de salud.

El jueves 13 me llamó el médico y me comentó que me habían dado el alta laboral, ya que él consideraba que la baja era desde el día seis, puesto que tenía síntomas ese día. Me concedieron, según él, la baja del seis al 12 de enero por lo que hoy debería estar trabajando. Tras esto le indiqué que continuaba con síntomas (dolor de cabeza, cansancio, tos, y mal estar general.), pero no lo tuvo en consideración. Trabajo de cara al público y al comunicárselo a mi empresa mi responsable me exigió que me realizase otro test, dado que como le indiqué al médico, continuaba con síntomas. Volví a dar positivo.

Esa misma tarde me volví a acercar al centro de salud siendo positivo, ya que nuevamente no me contestaban, y, tras esperar 30 minutos en la puerta (antes le había comentado a la auxiliar de la entrada lo que pasaba) salió el médico y me cuestionó por haberme realizado un test de autodiagnóstico en casa, acentuando que «los test los tiene que hacer personal sanitario», en ese momento le indico que soy farmacéutica y se queda dubitativo, pero empezó a acusarme de que no había «seguido el protocolo y que el positivo es carga residual que me queda en el cuerpo». En ese momento le expliqué, por conocimiento del tema, que es justo lo contrario, la carga residual se produce en negativos de antígenos y positivos de PCR al final del proceso.

De malas maneras, me indicó que me iban a hacer otro test en el centro de salud el cual, una vez ejecutado, salió positivo. La enfermera, indignada, acudió al despacho del médico para notificárselo, al rato salió la sanitaria, que no el médico, con la baja prolongada hasta dentro de tres días, con baja el día nueve. Me fui a casa sin ningún tipo de revisión médica.