La táctica de Macron: eliminar la mascarilla pero endurecer el pasaporte covid

Europa está viviendo la mayor ola de contagios desde que comenzó la pandemia por coronavirus. El Francia la política del Gobierno no deja de contradecirse, tanto que los ciudadanos parisinos están desubicados. 

El país vecino de España se somete a elecciones el 10 y 24 de abril, por lo que la política de Emmanuel Macron, presidente de Francia, puede no estar escogida a boleo, ya que combinan prudencia y liberación de medidas restrictivas.

El pasaporte covid seguirá existiendo para los ciudadanos que quieran acceder a bares, restaurantes y sitios que lo requieran. En cambio, la obligatoriedad de mascarillas en el exterior, el aforo de los estadios o espectáculos y el teletrabajo, quedan eliminados.

Desde el pasado 24 de enero el pasaporte vacunal es necesario para los ciudadanos mayores de 16 años que quieran acceder a cines, restaurantes, bibliotecas, trenes y estadios. También deberán poseer este pase aquellas personas que tengan la pauta completa de vacunación.

El Gobierno francés aclara que la implantación de este pasaporte sirve para que todas las personas se vacunen, ya que hay todavía 4,4 millones de franceses sin vacunar. Macron explicó hace unas semanas que pretendía «fastidiar» hasta el final a los antivacunas haciendo muy difícil su vida cotidiana.

Los epidemiólogos franceses están disconformes con el calendario de levantamiento de las restricciones. Consideran que el Gobierno va demasiado deprisa y que el mantenimiento paralelo del pase vacunal crea confusión y desorienta al público. 

Francia es el país europeo con el mayor récord de infecciones. En la última semana, se han contagiado casi 400.000 personas, lo que lleva a un promedio diario de 360.000 casos. Además, cada día se superan las 200 defunciones por la  COVID-19.