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Alumnos de segundo de Bachillerato del Colegio Alameda de Osuna.GTRES

Educación

La tasa de abandono escolar temprano cae a mínimos históricos

La pandemia ha reducido la tasa de abandono escolar temprano a mínimos históricos. Según los últimos datos de la EPA, el porcentaje de personas de 18 a 24 que no había completado la segunda etapa de Educación Secundaria y no continuaba ningún tipo de formación se ha situado en el 13,3 %, la tasa más baja desde que hay registros.

Se trata de un descenso de 2,7 puntos respecto al año anterior, y de 13 respecto al año 2011, cuando la tasa de abandono escolar temprano estaba en el 26,3 %.

Por sexos, este descenso ha sido mayor entre hombres que entre mujeres, aunque la diferencia entre ambos sigue siendo «muy significativa», según palabras de Educación, con un 16,7 % y un 9,7 % de abandono respectivamente.

Respecto a los porcentajes por comunidades, solo Madrid y Asturias ha registrado aumentos –11,83 % y 8,94 %–, mientras que País Vasco y Cantabria se mantienen con las cifras más bajas –4,8 % y 6,4 % respectivamente–. Sin embargo, siguen observándose grandes diferencias entre las diferentes comunidades

¿Qué se considera abandono escolar temprano?

Uno de los problemas a la hora de explicar el fracaso escolar es la ambigüedad del término. Como explica María López en su estudio El fracaso escolar en España y sus regiones: Disparidades territoriales, «podemos distinguir entre fracaso subjetivo y objetivo», siendo el primero el que deriva de quedarse en una etapa inferior a la que correspondería por capacidades; mientras que el objetivo «se produce cuando no se alcanzan los mínimos establecidos por el sistema educativo».

Dentro del fracaso objetivo, se puede diferenciar entre el fracaso de los estudiantes que cursan la ESO sin obtener el título –también denominado fracaso administrativo–, el de los alumnos que no alcanzan el nivel 2 de competencia en el informe PISA, y el de aquellos que abandonan el sistema educativo sin completar la Educación Secundaria Superior –jóvenes de 18 a 24 años que como máximo tienen el nivel de 4º de la ESO–. Este último, conocido por el término de «abandono escolar temprano» (AET), es el más utilizado para analizar las cifras de fracaso escolar.