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Un hombre recibe la tercera dosis de la vacuna contra el Covid-19, en el Hospital Enfermera Isabel ZendalEP

Coronavirus

La mitad de los enfermeros han pensado en dejarlo a causa de la pandemia

El 85 % ha visto afectada su salud mental tras dos años de COVID-19

Dos años prácticamente de pandemia por la COVID-19 han tenido un «impacto demoledor» en las enfermeras y enfermeros que trabajan en España.

Esto ha supuesto que el 46,5 por ciento de los enfermeros españoles haya reconocido que medita dejar la profesión debido a la situación «insostenible» y que el 62,8 por ciento de los profesionales que reúnen los requisitos para obtener la jubilación están planteándose solicitarla.

Estas son algunas de las conclusiones que se han extraído este lunes de la encuesta que ha realizado el Consejo General de Enfermería (CGE) para conocer el impacto de la pandemia entre el personal de enfermería. Pero hay más.

La salud mental

La crisis sanitaria ha acabado pasando factura a la salud de estos profesionales. La macroencuesta citada demuestra que el 85 % ha visto afectada su salud mental: un tercio habría sufrido depresión, 6 de cada 10 insomnio y algo más de dos terceras partes, episodios graves de ansiedad 867,5 %). Además, la incidencia de contagios entre los enfermeros, a causa de su trabajo y su exposición, se ha multiplicado por 2,3 respecto a la tasa general.

Lo peor es que la profesión de enfermería se siente abandonada a su suerte y ha perdido la fe en ver resueltos los obstáculos y precariedades que sufre cada día: casi el cien por cien (98,7 %) no se siente reconocida por una clase política de la que no esperan soluciones.

Condiciones de trabajo

'Radiografía de la situación profesional y emocional de la profesión enfermera' analiza también las diferentes condiciones de trabajo respecto a variables relacionadas con el entorno laboral y se constata «claramente la indignación de las enfermeras con cada uno los distintos aspectos porque ninguno de ellos logra aprobar en una escala de 0 a 10, y la mayoría está por debajo del cuatro».

De todos los aspectos que se han preguntado, el mejor valorado, aunque no alcanza el aprobado tampoco, es de la estabilidad laboral (4,89 sobre 10) seguido de los turnos (4,51); mientras que en el resto de aspectos las notas son mucho más bajas: conciliación de la vida familiar (2,97), reconocimiento de la carrera profesional (2,92), carga de trabajo (3,35), salario (3,37) y desarrollo de las especialidades (2,28).

Según el Consejo, «las enfermeras llevan décadas denunciando las condiciones laborales que tienen que soportar con contratos precarios que duran incluso días sueltos, rotaciones por todo tipo de servicios clínicos, salarios muy bajos, pérdida de poder adquisitivo durante una década y altas cargas asistenciales por tener una de las ratio de enfermera por paciente más baja de Europa».