Muere Luis Hernando de Larramendi, vicepresidente de la Fundación Mapfre

En la tarde de este viernes ha fallecido a los 69 años de edad Luis Hernando de Larramendi y Martínez. Vicepresidente de la Fundación Mapfre y presidente del patronato de la Fundación Ignacio Larramendi. Era también miembro destacado de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP), donde además de ser socio activo, ostentaba el cargo del Secretariado Internacional. Dedicó sus últimos años a seguir el legado de su padre, Ignacio de Larramendi, en la defensa de la historia de España, los valores cristianos y el carlismo.

Luis Hernando de Larramendi dirigía la fundación que llevaba el mismo nombre que su padre y por cuya historia, fue preguntado en El Debate el pasado 27 de octubre, en una de las últimas entrevistas que concedió. En ella repasaba la los orígenes de una de las principales aseguradoras de España, donde su padre fue presidente e impulsor de la Fundación Mapfre, que ayudó, en palabras del propio Larramendi, «a que las empresas se implicaran en el bien común».

La fundación Ignacio de Larramendi impulsa la labor caritativa y educativa de la Iglesia, basándose en los principios de la Doctrina Social. Del mismo modo, la Fundación busca la promoción de estudios centrados en la influencia histórica del carlismo y es, como indicaba el propio Luis Hernando de Larramendi, una fiel defensora de preservar y proteger el patrimonio inmaterial de España, especialmente a través de los archivos documentales.

Larramendi nació en Madrid el 4 de julio de 1952. Cursó sus estudios en la Universidad Complutense de Madrid, donde obtuvo la licenciatura en Derecho. Fue, a su vez, intérprete jurado de inglés y francés; nombrado por el Ministerio de Asuntos Exteriores de España.

Durante los años 1983 y 2016 fue socio del despacho jurídico Elzaburu, al que estuvo ligado hasta hace siete años.

Entre sus principales cargos estuvo el de ser vicepresidente segundo del Patronato de la Fundación MAPFRE y consejero de la aseguradora.

Miembro de la ACdP en el centro de Madrid, impulsó un área estrategia con distintas realidades eclesiales. Esta responsabilidad, cuentan desde la propia Asociación, la vivió siempre «con orgullo e ilusión».

El secretario general de la ACdP, Rafael Murillo, ha compartido el «profundo dolor por la pérdida» y ha pedido «oraciones por él y su familia».