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Uno de los síntomas de un ictus es un repentino dolor de cabeza distinto del habitualGTRES

Salud

Un nuevo tratamiento aumenta las opciones de recuperarse de un ictus

También conocido como infarto cerebral o embolia, el ictus provoca unas 40.000 muertes en España

Un cambio en el momento de administración de un fármaco que ya se estaba usando en el tratamiento del ictus isquémico –el más frecuente de estos infartos cerebrales–aumenta hasta casi un 60 % de posibilidades que el paciente logre la recuperación y sin secuelas.

Según un trabajo del Hospital Clínic de Barcelona, en el que sus investigadores sospechaban que el problema podría ser que hubiera trombosis en los vasos capilares, las «carreteras periféricas» de la red de vías sanguíneas, esto marcará un antes y un después en el tratamiento de esta enfermedad.

De ahí vino derivado el proyecto CHOICE, que se ha presentado en la Conferencia Internacional de Ictus en Nueva Orleans (Estados Unidos) y se ha publicado en la revista JAMA, el objetivo era probar si el mismo fármaco que se da en las primeras horas del ictus, el alteplase, podía ayudar a reducir eventuales daños en los capilares si se administra después de practicar la trombectomía para retirar el trombo.

Qué es un ictus: señales de alarma

El ictus o más comúnmente conocido como infarto cerebral o embolia, es una enfermedad cerebrovascular. Se da cuando hay una rotura u obstrucción en un vaso sanguíneo reduciéndose el flujo de sangre que llega al cerebro. Debido a que la sangre no llega al cerebro en la cantidad necesaria, las células nerviosas no reciben oxígeno y dejan de funcionar.

Según datos Del Grupo de Estudios de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española De Neurología (GEECV-SEM), en Europa mueren 650.000 personas de esta enfermedad, de los cuales alrededor de 40.000 en España.

Hay diferentes tipos de ictus: el más frecuente es el isquémico, que ocurre cuando una arteria queda obstruida, normalmente por un coágulo de sangre o trombo.

El hemorrágico es menos frecuente. Se produce al romperse un vaso sanguíneo (vena o arteria) derivando en una hemorragia dentro de cerebro. El oxígeno deja de llegar al cerebro, por lo que las células nerviosas dejan de funcionar y mueren en pocos minutos.

Es una enfermedad que se suele desarrollar rápido, pero hay unos síntomas que nos deberían alarmar. Según el lado del cerebro que quede afectado, se producirán los siguientes síntomas: hormigueo o debilidad muscular en la cara, brazo o una pierna; dificultad para hablar, leer o entender a los que nos hablan; distorsión de la visión; dolor de cabeza intenso; y pérdida de equilibrio o de coordinación.

Tratamiento y recuperación tras sufrir un ictus

El accidente cerebrovascular o ictus es uno de los motivos más frecuentes de asistencia neurológica urgente, provocado por un trastorno de la circulación cerebral.

Es importante saber que cada minuto que pasa, las posibilidades de recuperación se reducen.

El paciente con ictus en fase aguda debe ser atendido en un servicio de Neurología, para disminuir la mortalidad y mejora la evolución.

Se trata con farmacología, aplicando fármacos fibrinolíticos (rt-PA) por vía venosa y, a veces, arterial. Si el ictus es hemorrágico, el tratamiento adecuado es la embolización del aneurisma con colis, sustancias que taponan las arterias dañadas e impiden que vuelva a romperse.

La prevención es un factor determinante. Entre las recomendaciones, se encuentran controlar la presión arterial (hipertensión); reducir la ingesta de colesterol y grasas saturadas, ya que se así se reduce potencialmente la acumulación en las arterias; dejar de fumar; controlar la diabetes, manteniendo unos niveles de glucosa en sangre adecuados; mantener un peso saludable, y seguir una dieta rica en frutas y verduras. Además, realizar ejercicio aérobico, aunque sea de bajo impacto.