Coronavirus
Morir en soledad: ¿deben revisarse los protocolos que impiden la visita a los familiares?
Los protocolos vigentes son casi todos de comienzos de la pandemia y la decisión definitiva la toman los facultativos bajo su responsabilidad
Pablo iba a ver todos los días a su padre, Juan, polipatológico ingresado en un hospital del sur de Madrid. Cuando Juan contrajo el coronavirus, fue trasladado a la planta covid, pero su estado fue empeorando hasta que su cuerpo no aguantó más y murió hace ahora dos meses. Pablo no pudo despedirse. «El médico me había dado permiso, pero ese día no estaba y la enfermera se negó alegando que las visitas están prohibidas», comenta Pablo.
Teresa se despidió de su padre en una ambulancia y ya no lo volvió a ver. «No pasaron muchos días porque ingresó un jueves por la tarde y murió el sábado a las 12 de la noche». Afortunadamente para ella y su familia, sí pudieron hablar con él por teléfono durante el tiempo que permaneció ingresado.
«Era una persona muy conocida en este hospital y las chicas de la urgencia le dejaron el móvil las dos primeras noches, por lo que pudimos llamarle. La última noche, o bien fue porque empeoró en su salud o porque el teléfono se quedó sin batería porque el cargador estaba en casa y ya se lo debieron quitar. La siguiente llamada que recibimos fue la del doctor para comunicarnos su fallecimiento».
En el caso de María, los protocolos le impidieron ver a su madre Josefina en los últimos momentos y enterrarla según sus deseos. «Mi madre, que estaba sin vacunar por prescripción médica, dio positivo en un test de antígenos en casa. Fue ingresada y superó la enfermedad, por lo que a los diez días le dieron el alta porque dio negativo era lo que marcaba el protocolo, a pesar de que no se encontraba bien», cuenta.
Sin embargo, Josefina, que ya sufría de problemas respiratorios, empeoró poco después y fue otra vez ingresada. Acabaría falleciendo. «Pero nuestra sorpresa», explica María, «es que a pesar de haber recibido el alta, se activó el protocolo covid. Nos la devolvieron en una bolsa dentro de un ataúd cerrado».
Protocolos del comienzo de la pandemia
Desde que comenzó la pandemia han muerto en España más de 97.000 personas, la mayor parte en completa soledad, especialmente al inicio de la pandemia. Dos años después –y con una tasa de vacunación en mayores de 12 años superior al 90 %–, esta situación se sigue repitiendo en gran medida por la aplicación de unas medidas que en la mayor parte de los casos han quedado obsoletas.
Según el protocolo del Ministerio de Sanidad, al circuito de aislamiento «no deberán pasar los familiares o acompañantes del paciente» salvo en el caso de menores o personas dependientes que requieran acompañamiento, para los cuales «deberán adoptarse las medidas necesarias para su protección mediante la utilización de equipos de protección individual adecuados».
No obstante, cada comunidad ha elaborado su propio protocolo de acompañamiento a los enfermos terminales durante la pandemia de covid, casi todos enfocados en las visitas a centros sociosanitarios –residencias principalmente– y con fecha de 2020, cuando todavía no se había vacunado a la población.
Por ejemplo, la Comunidad de Madrid solo permite la visita de un familiar con EPI por un tiempo muy limitado. En Extremadura, se permiten dos personas siempre que la situación lo permita y por un máximo de dos horas.
La decisión, en manos de los facultativos
Según explican fuentes hospitalarias, aunque el protocolo no permite el acompañamiento en pacientes con coronavirus, esto sí se está produciendo. «Ahora, la mayor parte de familiares están vacunados, por lo que se les permite despedirse de los enfermos. Por lo general, es algo que decide el jefe de planta», comentan estas fuentes.
Manuel Rodríguez Piñeiro, vicepresidente del Colegio de Médicos de Pontevedra, explica que «los protocolos están muy bien en situaciones masivas, pero ahora estamos viendo circunstancias particulares».
Hay facultativos dispuesto a asumir esa responsabilidad y otros que no, por eso piden protocolos
«Al final», explica este médico de familia, dejar a los familiares quedarse con enfermos terminales por covid «es un criterio que hay dejar a los profesionales». «Hay facultativos que están dispuestos a asumir esa responsabilidad y otros que no, por eso piden protocolos».
«Actualizar protocolos está bien. Pero siempre y cuando se respete la capacidad de decisión de los responsables médicos. La tabula rasa en medicina solo funciona en situaciones de emergencia», concluye.