¿A qué se debe el baile de cifras de los muertos por coronavirus?

La sexta ola ha dejado casi 10.000 muertos en nuestro país, situación que se ha agravado con la llegada de ómicron. Esta variante, aunque más leve que otras variantes, ha disparado el número de contagios y con ellos el aumento de fallecimientos, que cada día se cuentan por varios centenares. Pero, ¿son fiables estas cifras?

Este martes, Sanidad notificaba 310 muertos tras un fin de semana con 601. La semana anterior, las cifras eran similares: 389, 392, 282, 361, 530… Cantidades que recordaban a algunos de los peores momentos de la segunda y tercera ola.

Todos los días laborables, Sanidad ofrece un informe con la situación epidemiológica en el que incluye el número de fallecidos diarios. Sin embargo, estas cifras nunca concuerdan ni con el acumulado total de muertes ni con los informes del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), dependiente del Ministerio.

Si comprobamos los fallecimientos de los informes de Sanidad, desde el 1 de enero hasta el 15 de febrero han muerto 5.834 personas. Los datos del ISCIII hablan en cambio de 6.388 fallecidos en este mismo periodo. Pero si calculamos la diferencia de defunciones entre el 15 de febrero con el 1 de enero, son 7.191 personas. Una diferencia de 1.357 personas.

Hay que apuntar que los datos de Sanidad y el ISCIII son más fiables según van pasando los días. Pero si restringimos esas mismas cifras al mes de enero –con los datos ya consolidados– encontramos que Sanidad notificó 4.159 defunciones; el ISCIII, 4.728; y la diferencia del acumulado es de 3.820. ¿Dónde están esos casi mil muertos de diferencia?

Diferentes explicaciones

Según el Ministerio de Sanidad, «la recogida, notificación y presentación de datos pueden variar ligeramente en ambos informes, por diferencias debidas a la recepción, manejo y publicación según cómo y cuándo llegan los datos de las CCAA». Sin embargo, esta variación no resulta tan tenue.

Javier Membrillo, presidente del Grupo de Estudio de Patología Importada de la SEIMC, apunta a tres motivos. «A veces Sanidad introduce datos en las estadísticas a posteriori, tras las autopsias o por pacientes que por algún motivo no se inscribieron inicialmente en las estadísticas tras su muerte porque estaban pendientes de completar estudios u otras causas. Por eso, algunos datos de enero de las estadísticas pueden corresponder a fallecidos de otros meses de 2021», explica.

Otro motivo es que se consideren los fallecidos por neumonía covid como causa fundamental de la muerte frente a aquellos que murieron con prueba covid positiva pero por otras causas. «Dada la altísima incidencia de diciembre –y sobre todo de enero– se han producido muchos fallecimientos por diferentes enfermedades que fallecieron en plantas covid por estar contagiados aunque sin desarrollar enfermedad grave que fuese la causa de su muerte», señala.

Por último, este médico especialista en enfermedades infecciosas considera que «errores internos de codificación de los hospitales» podrían explicar este desbarajuste. «Muchos pacientes que tuvieron covid en 2020 o en 2021, ingresaron y fueron dados de alta sin quitar el ítem de covid + en su historia clínica. Cuando reingresan por otra enfermedad, siguen teniendo ese ítem activado, que es el que usan los servicios de admisión de los hospitales para dar información diaria a sus comunidades autónomas y estas a Sanidad. Dado que el ISCIII saca sus datos de los certificados de defunción, es la explicación más probable».