Coronavirus
Pasar la COVID-19 en el embarazo puede acelerar el envejecimiento de la placenta
La investigación ha sido liderada por la Universidad de Granada junto a los hospitales Materno Infantil Virgen de las Nieves, Clínico Universitario San Cecilio y Virgen de la Arrixaca de Murcia
La Universidad de Granada ha liderado un estudio que asocia por primera vez el coronavirus con una alteración del metabolismo del hierro placentario y el estrés oxidativo. Gracias a esto se sabe que la infección por coronavirus puede afectar y acelerar el envejecimiento prematuro de la placenta.
Según ha informado este jueves la Universidad, el coronavirus puede afectar a las mujeres embarazadas y provocar una alteración del ambiente metabólico, el metabolismo del hierro y el suministro de oxígeno de las células de la placenta y, por lo tanto, influir de una manera negativa en los mecanismos esenciales del desarrollo fetal.
La investigación ha sido liderada por la Universidad de Granada junto a los hospitales Materno Infantil Virgen de las Nieves, Clínico Universitario San Cecilio y Virgen de la Arrixaca de Murcia.
El propósito de este estudio ha sido investigar, por primera vez, los efectos de la infección por la COVID-19 durante el embarazo, con respecto al estado oxidativo o antioxidante en la madre embarazada y la placenta humana, analizando también el metabolismo del hierro placentario.
La placenta actúa como una «interfase» activa entre las circulaciones materna y fetal, regulando los cambios fisiológicos maternos y manteniendo la homeostasis fetal, al hacer una amplia gama de funciones fisiológicas.
La sobreproducción de radicales libres y el deterioro en el sistema antioxidante podrían acelerar el envejecimiento prematuro de la placenta, inhibiendo la proliferación celular en la misma, y la covid también induce daño a proteínas, lípidos y ADN en trofoblastos (células placentarias).
El equipo investigador ha observado un aumento de vitaminas D, E y coenzima Q10 en la placenta, como resultado de una mayor captación de las células placentarias para hacer frente al estrés oxidativo relacionado con la infección viral.
Los resultados no han mostrado diferencias en la capacidad antioxidante de la placenta, sin embargo, la total sí disminuyó en el plasma de madres que padecían coronavirus.
Las vitaminas D, E y la coenzima Q10 (CoQ10) mostraron un aumento en el grupo de COVID-19, pero no se encontraron diferencias en el B-caroteno.