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Dimitry Ragozin Rusia ha amenazado con la caída de la Estación Espacial Internacional sobre la Tierra si siguen las sanciones a su país

Dimitry Ragozin ha amenazado con la caída de la Estación Espacial Internacional sobre la Tierra si siguen las sanciones a su país

Rusia

Las bravatas del director de la 'NASA rusa': de dejar caer la Estación Internacional a abandonar astronautas

Los arrebatos de Dimitry Ragozin se han vuelto habituales desde el inicio de la guerra: el jefe de la Roscosmos amenaza a sus aliados estadounidenses con el peor de los finales para la ISS

Los arrebatos excéntricos y los comentarios fuera de lugar son propios de Dimitry Rogozin, director general de la agencia espacial rusa –Roscosmos–, que se ha desatado definitivamente desde el inicio del conflicto en Ucrania tras la invasión del país.

Desde que se iniciara la invasión, y como 'respuesta' a las críticas estadounidenses, Rogozin ha recurrido a Twitter para amenazar con estrellar la Estación Espacial Internacional contra Estados Unidos y ha dicho que la NASA podría «volar al espacio en palos de escoba». No frenó ahí, ha tachado de «idiota» a un astronauta norteamericano, antiguo comandante de la estación.

En otra de sus diatribas, esta vez publicada en Telegram, sugería que las sanciones a su país podrían poner fin a la capacidad de Rusia de suministrar sistemas de control de propulsión para la ISS (International Space Station), haciendo que esta «caiga al mar o a la tierra». Todo muy lógico.

Las amenazas de Rogozin

Rusia y EE.UU. son los principales socios de una alianza de 15 países que gestiona la Estación Internacional, un laboratorio que orbita a 250 millas de altura y que ha mantenido presencia humana continuada durante 21 años superando las tensiones políticas.

Pero mientras la NASA ya no depende únicamente de Rusia para llevar a los astronautas estadounidenses al espacio –al contar con la nave Crew Dragon de SpaceX para transportarlos de un lado al otro–, el futuro espacial ruso es cuanto menos precario debido a que el envejecido programa espacial de Roscosmos lleva años lastrado por la corrupción y el estancamiento tecnológico.

«Que vuelen con sus palos de escoba», rezongó Ragozin, cuando SpaceX puso en órbita un lote de satélites Starlink el pasado viernes, desafiando las predicciones del ruso, que aseguró que si no se vendían más motores de cohetes de su país, el programa espacial estadounidense entraría en barrena.

La penúltima bravuconada

En la actualidad, la tripulación de la plataforma orbital está compuesta por cuatro astronautas de la NASA, uno europeo y dos cosmonautas rusos. Ante ello, Rogozin se vino tan arriba que incluso amenazó con dejar «abandonado» en la ISS al astronauta Mark Vande Hei, que tiene previsto regresar a la Tierra el 30 de marzo en un cohete ruso junto a Anton Shkaplerov y Pïotr Dubrov.

Según su funcionamiento, la Estación Espacial Internacional depende de Rusia para mantener su órbita, mientras que la conservación del sistema de electricidad y soporte vital corre a cuenta de los estadounidenses.

La conquista del espacio

Desde la caída de la Unión Soviética, hace ya tres décadas, la colaboración en materia científica entre Rusia y el bloque occidental ha ido estrechándose con el paso de los años. Pero el conflicto de Ucrania amenaza con convertir esa fructífera cooperación en un espejismo.

Uno de los programas que se verá afectado por las sanciones es Horizonte Europa, el mayor proyecto de investigación e innovación de la UE y que contaba con una activa participación de Rusia.

Otro proyecto que también preocupa especialmente es el de la Estación Espacial Internacional. La instalación depende de Rusia para mantener su órbita, mientras que la conservación del sistema de electricidad y soporte vital corre a cuenta de los americanos.
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