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Un hombre en cuarentena habla con la seguridad de ShangháiEFE

Coronavirus

El Gran Hermano chino que se oculta bajo la política «cero covid»: «Nos están controlando»

En el país asiático todas las personas están obligadas a tener en el teléfono móvil una aplicación que rastrea y sigue todos sus movimientos

«En Pekín, si voy a salir o si voy a coincidir con alguien en la calle, nos sale una ventanilla en el teléfono, y si la persona con la que me he cruzado da positivo, toda la unidad familiar debe quedarse en casa», con estas palabras explica a El Debate Blanca Zhao, residente en China, la situación que están viviendo en el país.

En China todas las personas están obligadas a tener en el teléfono móvil o en sus dispositivos electrónicos una aplicación que rastrea y sigue todos sus movimientos: «Si por las mañanas tú vas a comprar verduras y luego vas al colegio a dejar a tus hijos, saben por donde has pasado. Así, si coincides con algún positivo, te sale una notificación y te prohíben salir al exterior durante al menos 14 días», explica Zhao.

China está viviendo una de las olas del coronavirus más duras, debido a la variante sudafricana ómicron, la cual no habían vivido hasta la fecha. La Comisión Nacional de Sanidad de China anunció el pasado martes la detección de 1.293 nuevos positivos del coronavirus, 1.228 de ellos por contagio local. Además de 5.758 casos asintomáticos, 5.658 por contagio local.

No obstante, es muy complicado retener a los casi mil quinientos millones de ciudadanos chinos. «Si tú sales estando en cuarentena, los agentes te llaman y si no reculas van a por ti y te llevan a casa. Nosotros sabemos lo que hay y somos muy tranquilos. No ha habido muchos altercados», recalca la ciudadana.

«A las personas que han desobedecido o que en la aplicación marcan la ventanilla de no guardar cuarentena, le colocan un sensor en la puerta de su casa que avisa las autoridades si salen», comenta Zhao. Este objeto no es una medida nueva. A comienzo de la pandemia, y con la necesidad de salvaguardar la seguridad de los ciudadanos, se comenzó a utilizar.

La situación en el hospital está bien, pero no quiere decir que en unas semanas empeore

«Una compañera mía estuvo 28 días encerrada. Su marido en enero fue a recoger a su oficina unos documentos, y al volver le notificaron que estaba en peligro. Tuvo que encerrarse, pero no solo él, sino toda la familia. Por él se quedaron 14 días, pero ella salió cuando terminaron la cuarentena, la aplicación le notificó un contacto por la calle y se tuvieron que volver a casa».

La situación en los hospitales mejora

La oleada masiva de contagios se está registrando en Shanghái, pero parece, según Blanca, que la situación en los hospitales parece estar controlada: «El problema real lo está teniendo Shanghái en cuanto a contagios. No obstante, la situación en el hospital está bien de momento, lo que no quiere decir que en unas semanas empeore».

Según la política vigente en China de «cero covid dinámico», todos los contagiados, incluidos los asintomáticos, y sus contactos cercanos han de aislarse en hospitales o centros habilitados, lo que añade presión al sistema hospitalario local. «Han construido unos hospitales en pocos días para que los contagiados acudan y pasen allí la cuarentena. Así los tienen controlados», aclara la ciudadana.

Aparte de estos hospitales de campaña, toda la población se somete a test de detección cada día: «El Gobierno nos da gratis todos los test, así es más fácil de controlar a la población y sus resultados. Te tocan a la puerta y al día siguiente debes acudir a tu cita», expone Zhao.

A pesar de estar con un máximo de contagios desde inicios de la pandemia, el Sistema de Salud de China notifica menos muertes que en las olas anteriores. «Las muertes son menores porque se ha visto que la variante ómicron es menos mortal, igual que ha pasado en Europa. Y con respecto a los contagios, es verdad que tenemos, pero menos que otros países, ya que la política de aquí es más estricta y por un roce con un positivo todo el mundo debe confinarse», dice Blanca.

Situación en el trabajo y los colegios

Actualmente, China tiene tres empresas con más de 10.000 trabajadores. Una de ellas es 360, se trata de una compañía líder en internet y plataforma móvil. Debido a la situación de la COVID-19 han tenido que hacer recortes: «El lunes echaron a muchísimos trabajadores. La economía está muy mal. La gente está perdiendo los trabajos y no encuentran nada».

Tenemos miedo de que nos echen de los puestos. Nos están controlando mucho

No solo las empresas líderes tienen pérdidas. Los comercios de ropa o los supermercados tampoco pueden abrir. El único sector que se mantiene «a salvo» en lo que a despidos se refiere, es la hostelería, porque en Pekín se sigue pudiendo ir, aunque tienen «mucho miedo de contagiarse».

Por otro lado, los colegios de Pekín se mantienen operativos, al contrario que los de Shanghái: «Después de las vacaciones de invierno, los colegios de Shanghái y alrededores no han abierto. Los estudiantes se han quedado en casa dando el temario». En Pekín la situación es distinta: «Mi hijo, por ejemplo, está estudiando la universidad de forma telemática. La universidad avisó a los profesores de que si iban de manera presencial a impartir clase no podían hacer más vida que de la universidad a casa y viceversa», añade.

Las medidas de coronavirus siguen igual de restrictivas, o más que al principio. Cuando se implantó la política «cero covid» todo se radicalizó: «El Gobierno central dice que va a relajar medidas, pero no lo vemos. Tenemos miedo de que nos echen de los puestos. Nos están controlando mucho».

Las dos vacunas propias de China

Los ciudadanos chinos no se inoculan las mismas dosis de vacunación que los europeos o los americanos. Los científicos del país crearon dos propias, ARCoVax y Sinovac.

En términos de vacunación, el 87 % de la población ya cuenta con la pauta completa y el 40 % ha recibido la dosis de refuerzo. La cifra total de contagiados desde el inicio de la pandemia es de 146.000.

Para nosotros una vacuna efectiva y buena se debe investigar y ensayar, no crear en meses

«Hay mucha gente vacunada, pero hay una parte de la población que rechaza la vacuna por miedo a la inoculación. Se han generado en muy poco tiempo. Para nosotros una vacuna efectiva y buena se debe investigar y ensayar, no crear en meses. No obstante, nos la ponemos», y añade que según les han informado, «una vez te ponen la vacuna no deberías contagiar el coronavirus, pero llevamos dos o tres inyecciones y seguimos trasmitiéndolo. Parece que las vacunas no funcionan mucho», concluye.