El precio de los alimentos alcanzó un nuevo máximo histórico en marzo

Los precios mundiales de los alimentos alcanzaron en el mes de marzo su mayor nivel desde 1990 ante el encarecimiento de los cereales y los aceites vegetales a causa de la guerra en Ucrania, según los datos facilitados por la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

El índice de precios que elabora esta institución dio «un salto gigante» en el último mes y se situó en los 159,3 puntos, un 12,6 % por encima de la cifra de febrero, alcanzando un nuevo máximo desde su creación en 1990.

El precio de los cereales ha crecido un 17,1 % desde febrero, impulsado por la limitación de las exportaciones de Ucrania y Rusia, que en los últimos tres años fueron responsables de «alrededor del 30 y del 20 % de las exportaciones mundiales de trigo y maíz, respectivamente». La FAO asegura que los envíos al resto del mundo se están viendo mermados por los cierres de puertos en Ucrania y los «desafíos financieros y de transporte» que afronta Rusia.

La pérdida de las importaciones de trigo procedentes de la región del Mar Negro, unida a la «ya escasa disponibilidad mundial» de este cereal y a la «preocupante» situación de los cultivos en Estados Unidos ha acabado provocando un alza mensual del 19,7 % en su precio.

El precio de los aceites vegetales ha subido aún más ante la caída de los suministros por la guerra, en concreto un 23,2 %; con aumentos tanto en el aceite de girasol, como en el de palma, soja y colza. Hay que recordar que Ucrania y Rusia produjeron el 56,5 % del aceite de girasol global en 2019.

La carne también ha alcanzado un nuevo récord tras incrementarse su precio un 4,8 % en marzo. Los productos más afectados son la carne de ave de corral, ante la caída de exportaciones por los brotes de gripe aviar, y la de cerdo, a causa de la escasez de cerdos de matanza en Europa occidental.

La serie de precios se completa con el azúcar, que se encareció un 6,7 % y los productos lácteos (2,6 %). El director general de la FAO, Qu Dongyu, ha reconocido que la invasión seguirá golpeando con fuerza a aquellos países con «una alta dependencia» de Ucrania y Rusia para la obtención de alimentos, piensos, combustibles y fertilizantes, para los que «tomará tiempo» encontrar proveedores alternativos.

El encarecimiento en estos productos básicos agrava aún más la crisis humanitaria y de inseguridad alimentaria que padecen numerosos países: al menos 44 Estados necesitaban apoyo internacional en marzo para garantizar el suministro de comida de sus ciudadanos, según la FAO. La mayoría se encuentran en África (33), pero también hay casos en Asia (9) y en Latinoamérica –Haití y Venezuela–.