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Agustina besa a su marido Pascual en una residencia de ancianos de Barcelona, en agosto de 2021Emilio Morenatti / GTRES

Esperanza de vida

Calcula tu esperanza de vida en función del municipio en el que vives

La esperanza de vida en España varía de los 79 a los 85 años dependiendo de la ciudad de residencia

Pozuelo de Alarcón y La Línea de la Concepción son los dos extremos de la esperanza de vida en España: los vecinos de la localidad gaditana viven casi seis años menos de media (79,9) que los que residen en la ciudad madrileña (85,5), que también es la que tiene mayor renta por habitante del país, según ha revelado el Instituto Nacional de Estadística en base a los datos de 2019.

Este indicador vuelve a evidenciar los contrastes entre el norte y el sur de España: otras cinco ciudades de la Comunidad de Madrid –Majadahonda, Las Rozas, Rivas-Vaciamadrid, Alcobendas y Alcorcón– y dos del País Vasco –Guecho y Vitoria– tienen un periodo esperado de vida superior a los 84 años.

Por el contrario, la media de vida en las dos ciudades autónomas, Cádiz, Algeciras, Arrecife (Lanzarote) y Linares (Jaén) –que fue el municipio con más paro en 2021 por séptimo año consecutivo– no llega a los 81 años.

La gente con estudios vive más

«España está cada vez más dividida en dos: vemos un país rico y otro pobre, uno poblado y otro despoblado, uno que recibe inversiones y otro que no las tiene. Las comunidades autónomas se crearon para redistribuir mejor la renta y facilitar el progreso de las regiones, pero hoy día se conservan los mismos contrastes entre territorios que existían en los siglos pasados», asegura Juan Carlos Jiménez, catedrático en la Universidad CEU San Pablo.

Mariona Lozano, investigadora en el Centro de Estudios Demográficos, recuerda que «no en todos los lugares de España se vive igual» y señala que «aquellas personas que tienen un mayor nivel socioeconómico y de estudios suelen vivir durante más tiempo». También apunta que la calidad de la sanidad pública en cada comunidad tiene parte de culpa de esas diferencias.

Para Alejandro Macarrón, coordinador del Observatorio Demográfico del CEU, este contraste no solo se explica desde el punto de vista económico, sino también por la mayor o menor salubridad de los hábitos de vida. Aun así, incide en que España está a la cabeza de Europa y del mundo en este indicador; de manera que incluso los lugares de nuestro país con peores resultados ganan en años esperados de vida a otros países de nuestro entorno.

El aumento de los años de vida es finito

Este crecimiento de la esperanza de vida coincide con «la mejora de la situación económica que experimentó nuestro país a partir de los años 80. Somos más ricos, tenemos un estado del bienestar mejor y, por lo tanto, vivimos mucho más», señala Juan Carlos Jiménez.

Macarrón entiende que la esperanza de vida es «un indicador de cohesión social», y si es alta revela que «hay un mínimo que tiene prácticamente todo el mundo, que las personas más humildes cuentan con una alimentación aceptable, cuidado médico y pueden acceder a una vivienda».

Pese a ello, no está claro que este progreso sea ilimitado. Jiménez recuerda que «por mucho que mejoren las circunstancias materiales, la vida humana es finita. No sabemos exactamente en cuántos años está esta finitud, pero se piensa que en torno a los 100. El quid de la cuestión es garantizar que esos años de vida que se ganan sean de calidad», concluye.

Vivir con mayor salud

Por lo tanto, no hay que perder de vista que «no solo es importante el número de años que vivimos, sino hasta qué edad se vive bien». Más teniendo en cuenta que «la calidad de los años vividos en España es menor que en otros países», subraya Mariona Lozano.

Por ejemplo, pese a que las mujeres tienen mayor esperanza de vida que los hombres –86,2 años por 80,9 en 2019–, estos disponen de más tiempo de vida con buena salud –el 85,8 % de sus años, por un 81,7 % de las mujeres–.

Aun así, Jiménez apunta que la plena incorporación de las féminas al mercado laboral está provocando un acercamiento de la esperanza de vida de las personas de ambos sexos, una tendencia que ya se percibía antes de la llegada de la covid.

«La forma de vida asociada al trabajo fuera de casa, el consumo de tabaco y los riesgos cardiovasculares que implican, matan. El hecho de que la mayoría de las mujeres trabajen reducirá la diferencia con los hombres, y aunque tardará mucho en igualarse, esta es la tendencia hacia la que nos dirigimos», sentencia.

El impacto final de la pandemia en la esperanza de vida en España es otra de las grandes incógnitas. En 2020 esta variable se redujo en 1,25 años, cayendo hasta una edad media de 82,33 años. No obstante, los expertos consultados por El Debate coinciden en que este descenso tiene carácter temporal y que las cifras prepandemia empezarán a recuperarse a partir de este año.