El gobernador de Oklahoma, Kevin Stitt, firmó el 25 de abril una legislación que exige que los proveedores de servicios de aborto informen a las mujeres de que las interrupciones del embarazo con medicamentos o químicos pueden revertirse. Un aborto con medicamentos es un proceso de dos pasos que es posible detener después de tomar la primera píldora. Para ello, la mujer puede tomar progesterona en lugar de la segunda pastilla, misoprostol, según el Comité Nacional por el Derecho a la Vida