Los miles de enfermeros «exiliados» en el extranjero resolverían las carencias de nuestra Atención Primaria

España forma talento, pero en demasiadas ocasiones lo pierde y no lo aprovecha. Los sistemas autonómicos de salud llevan semanas buscando desesperadamente profesionales sanitarios para trabajar en verano y cubrir, de esta manera, los puestos de trabajo necesarios en hospitales, ambulatorios y áreas sanitarias.

La urgencia es coyuntural, por la llegada del periodo estival, y la necesidad de dar cobertura al plan vacacional, pero también estructural, ante la falta de candidatos en bolsa. No es nuevo, pero es real. Faltan médicos de atención primaria y faltan enfermeros. Lo peor es que muchos de ellos los tenemos trabajando fuera, gracias a las mejores condiciones laborales.

Tras glosar las grietas del sistema MIR, que provoca un éxodo de profesionales cualificados al exterior para poder continuar con la especialidad deseada, ahora echamos la mirada a la labor de los responsables de enfermería. Se suelen formar pocas, encuentran trabajos precarios y al final, muchas optan por aceptar ofertas de fuera.

Alemania, Reino Unido (antes del Brexit), Noruega, Suecia, Italia, Países Bajos… son algunos de los países que las han acogido en estos años. Suelen ganar más, tienen turnos más humanos y gozan de más días libres. Además, muchas disfrutan de contrato fijo, algo más complicado de encontrar en España.

La situación se agudizará

En 2020, año que comenzó la pandemia, el Consejo General de Enfermería calculó que en nuestro país faltaban 25.000 profesionales, casi las que se calcula que habían emigrado. Perder talento tiene estas cosas: su formación, como ocurre con los médicos, la hemos pagado todos, pero de los resultados se aprovechan los de otro país.

Esto provoca que España tenga peor ratio de enfermeras por cada mil habitantes que muchos países de su entorno, que para más inri, se nutren de titulados en las universidades españolas.

Hace poco, el Colegio de Enfermería de Valencia (COENV) advertía que esta situación irá a peor en los próximos meses dada la precariedad laboral. La sangría de profesionales ahondará en la herida de «carencia endémica», cree este organismo.

Ganas de jubilación anticipada

Así las cosas, el Gobierno y las comunidades autónomas tendrán que gestionar una nada halagüeña situación con la pandemia de la covid aún vigente. Y esto es debido a que los enfermeros que siguen trabajando en nuestro país han dicho basta y tienen prisa por jubilarse.

Como contaba El Debate, el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha recibido un documento elaborado por más de 20.000 enfermeros reclamando la jubilación anticipada «por su precaria situación laboral».

«Las penosas y peligrosas condiciones laborales» que han sufrido «durante más de 40 años» han afectado negativamente «tanto a su salud como a la atención y cuidados que prestan a más de 47 millones de personas», añadía el sindicato Satse.