Medicina rural
Los médicos rurales, en peligro de extinción: «Hay déficit de personal, pero es una labor preciosa»
El doctor Hermenegildo Marcos, que ejerce en la comarca zamorana de Tierra del Vino: «Podemos ser parte de la solución para evitar la despoblación»
El río Talanda, que sirve de afluente al arroyo Montoya para llevar sus aguas al río Duero, baña las tierras a las que pertenecen Cuelgamures, Fuentespreadas y El Piñero, tres municipios de la vitícola comarca de la Tierra del Vino, en Zamora.
Es el área en el que ejerce la medicina Hermenegildo Marcos, uno de tantos galenos rurales de España de los que cada vez hay menos. Es una profesión que está en riesgo de desaparecer, por la avanzada edad de muchos de ellos, las inevitables jubilaciones y las insuficientes tasas de reposición.
«Hay un déficit de personal y una media de edad elevada, lo que provocará una jubilación del 30 % de los médicos que trabajamos en Atención Primaria en los próximos diez años», resume Marcos, en conversación telefónica con El Debate. «La falta de profesionales hace que estemos sobrecargados porque asumimos el trabajo de los compañeros», se resigna, aunque se niega a sonar quejica.
Conocemos muy bien a los pacientes y estamos presentes en sus dinámicas familiaresMédico rural
«Es una labor preciosa, conocemos prácticamente al paciente desde que nace y estamos presentes en las dinámicas familiares. Si hay una medicina familiar y comunitaria, es la nuestra», recuerda.
Algunos datos
- El 88 % de los médicos rurales corre con los gastos de desplazamiento
- Solo un 14 % son menores de 40 años
- El 65 % presenta dificultades en la digitalización de su lugar de trabajo
- El 55 % tiene su hospital de referencia a más de 30 kilómetros
Plazas vacantes
Los tres pueblos a donde acude él suman un total de unos 700 habitantes. «Nos gustaría dedicarles mucho más tiempo porque una gran mayoría son gente de edad que requiere más atención, pero las circunstancias actuales no nos lo permiten».
Tener un médico y una enfermera es una forma de fijar la poblaciónMédico rural
«Desde la Facultad, se da un desconocimiento de las posibilidades que da la Medicina de Familia y, en especial, en las zonas rurales. Podemos desarrollar la misma carrera profesional que el resto. Los estudiantes se deslumbran por las altas tecnologías y los grandes hospitales», cree, cuando le preguntamos por el rechazo de los MIR a escoger una plaza de médico en la España vaciada.
Muy posiblemente ese rechazo sea sintomático a los tiempos que corren y paralelo al sino de los tiempos: «Es síntoma y a la vez podemos ser parte de la solución. Uno de los servicios fundamentales para la gente que vive en los pueblos es la asistencia sanitaria. Tener un médico y una enfermera es una forma de fijar población», dice, a la vez que se deshace en elogios a sus pacientes: «Nos han enseñado a adaptarse a las situaciones, como ahora con la pandemia. Han colaborado, son agradecidos, nos sentimos queridos y apreciados. Y todo ello con paciencia y un saber aceptar la situación».
Sin embargo, reconoce que ellos también están preocupados. «Temen que si uno de nosotros se jubila o pida el traslado, no venga nadie». La tasa de reposición de los médicos rurales que cuelgan la bata a día de hoy es de 0,68. Una calamidad que no augura nada bueno.
Campaña contra el olvido
Solo el 14 % de los médicos rurales en España tiene menos de 40 años, a lo que se une que las plazas de Medicina de Familia no se han cubierto en las plazas MIR.
Ante este panorama, el CGCOM ha elaborado un vídeo de siete minutos para reflejar, a través de la figura del doctor Manuel Sánchez, facultativo del Principado de Asturias, el trabajo, la dedicación y entrega de los miles de médicos rurales en nuestro país, que corren incluso con los gastos de sus numerosos desplazamientos.
«El nivel de confianza que creas va más allá de la profesión», comenta el doctor tras escuchar a su paciente Amelia, de 86 años, que bromea con la edad a la que se jubilará de sus quehaceres en casa y en el campo y que quiere dejar por dolores en su rodilla.
Una cara de la profesión que, en suma, consiste en tratar al paciente como uno quisiera que traten a un familiar cercano y «difuminar competencias», resume este médico.
Para Tomás Cobo, presidente del CGCOM, «es imprescindible» demostrar la relevancia de la medicina rural «para abordar la actual situación y promover un cambio que refuerce a este colectivo clave para mantener el modelo sanitario, eje de la justicia social en nuestro país».