Sol, calor y playa: el sueño de los ingleses sin tener que salir de su isla
La mayor ola de calor en la historia de Reino Unido llena las playas del norte de Inglaterra
El aire caliente procedente de África nunca había llegado con tanta virulencia a Gran Bretaña, que registró su temperatura máxima histórica de 40,3 grados en Coningsby (Lincolnshire). Muchos ingleses se han tomado unos días de vacaciones para disfrutar, como nunca antes habían podido, del sol y de las altas temperaturas en su propia tierra sin tener que subirse a un avión.
El skyline de Formby, una playa con dunas de arena dorada y reserva natural próxima a Liverpool, al norte de Inglaterra, es muy distinto al habitual. Paraguas convertidos en sombrillas, tiendas de camping para protegerse del sol, y neveras azules por todas partes. Los jerséis y chubasqueros han dado paso a los bikinis, ni un solo topless y mucho tatuaje. En este enclave salvaje desde el que pueden verse los rascacielos de la ciudad de Los Beatles, familias, parejas y grupos de amigos han extendido sus toallas de playa y se tuestan al sol vuelta y vuelta. Las cremas solares se han agotado en los supermercados de Formby.
Para Lisa Ferrari (24 años), que ha venido con su pareja, Jack Howard (26 años), huyendo del bochorno de Manchester, donde ayer se rozaron los 38 grados, nuevo récord de temperatura en esta ciudad, esta es la mejor manera de comenzar las vacaciones. «Parece que no estamos aquí, nos imaginamos que no estamos en Inglaterra (…) hacía años que no me ponía el bikini y no me bañaba en una playa del norte». A pesar de que Downing Street ha decretado la alerta máxima y que desde la Oficina de Meteorología advierten de que esta anomalía climatológica puede suponer «un riesgo para la vida», Lisa no está preocupada por la ola de calor, «creo que la gente está disfrutando, porque las últimas semanas ha estado lloviendo y ha hecho frío».
Con las vacaciones a la vuelta de la esquina algunos colegios han cerrado el lunes y el martes y otros han dado la posibilidad de que sigan las clases online. Un grupo de estudiantes, residentes en St. Helens, que ya ha terminado los exámenes GCSE, asegura que en sus 16 años de vida «jamás hemos sentido tanto calor en Inglaterra». Para uno de estos jóvenes lo peor son las noches: «no estamos acostumbrados a estas temperaturas, cuando te vas a la cama es horrible, además no tenemos aire acondicionado y no podemos dormir porque hace demasiado calor».
Una vecina de Liverpool, Sally Taylor, (55 años el próximo sábado) está eufórica con su bebida en la mano porque es la primera vez que puede disfrutar de este sol con sus hijas recién llegadas de Australia y Bangladesh y recuerda cómo «en invierno es habitual ver a los niños jugando aquí con la nieve y tirándose con los trineos por las dunas». Para Michael Slavin (26 años) y Rebeca Roberts (18 años), de Warrington «este es el tiempo más caluroso que hemos tenido nunca, es como si estuviéramos en España porque aquí la mayor parte del tiempo está lloviendo, yo creo que todo el mundo está encantado».
Vacaciones al estilo español
Los que en estas fechas aún no han viajado a España, el lugar favorito de los ingleses para sus vacaciones buscando el sol, o aquellos que no se lo podrán permitir por la subida del coste de la vida, ya han tenido un par de días de «verdaderas vacaciones». En esta playa propiedad del National Trust por primera vez centenares de ingleses procedentes de ciudades y pueblos de alrededor se han podido bañar con sol y 30 grados de temperatura, diez grados más de lo habitual y con el agua a 18 grados. Will, el vigilante de la playa que normalmente está tranquilo en su garita, no despega los ojos de sus prismáticos, preocupado por la seguridad de los bañistas: «estoy yo solo para vigilar a toda esta gente».
Para Lily Kwagala (18 años) y sus amigas, que vienen de Wigan, a una hora de Liverpool «esta es una de las playas más hermosas del norte de Inglaterra, aunque casi nunca tenemos este tiempo». Hay quien ha recorrido cerca de 200 kilómetros huyendo del calor del interior cargada de botellas de agua como Sara (37 años), de Yorkshire, que ha venido con su marido y su perro, al que lava la cara con agua mineral. «Yo creo que lo de quedarse en casa tiene que ser una decisión personal, mientras te mantengas bien hidratado... La verdad es que no sé si me gusta este tiempo yo creo que es agradable tener una mezcla un poco de lluvia y otro poco sin lluvia…esto es simplemente Inglaterra con su gran imprevisibilidad».
Nicola Blair (40 años) que también viene a refrescarse desde Manchester asegura que «la gente mayor está asustada con la ola de calor y también las madres que tienen bebés. Esta mañana en las noticias estaban diciendo que no se saliera de casa, hay muchos avisos y es normal que la gente tenga miedo porque nunca hemos presenciado algo así». A Mingwu Qiu (29 años) que viene con su marido y su hijo, también de Manchester, esta playa le recuerda a las de la costa este de China, aunque hubiera preferido quedarse en casa si tuviera aire acondicionado. «Ni si quiera tengo un ventilador y es duro permanecer en nuestra pequeña casa con el bebé que no para de un lado a otro».
Los baños en la playa de Formby se han prolongado hasta varias horas después de la cena. Tras la jornada laboral y pasadas las ocho de la tarde, todavía seguían llegando ingleses a la playa, algo bastante insólito. Los que no han podido refrescarse en alguna playa, porque aquí no hay piscinas al aire libre, debían seguir las recomendaciones de las autoridades, lo que en España sabemos desde siempre: ventanas cerradas, beber mucha agua y evitar salir a la calle en las horas de máximo calor.
No lo han pasado tan bien los usuarios del tren. Por vez primera debido al calor muchas líneas han cerrado como la de la costa este entre Londres, Leeds y York y el TransPennine Express ha cancelado servicios entre Manchester y Sheffield ya que las infraestructuras no están diseñadas para temperaturas que en estas tierras se consideran extremas. Por ello National Rail también ha establecido restricciones de velocidad en toda la red ferroviaria y se ha pedido a los pasajeros que sólo viajen si es «absolutamente necesario». En algunas carreteras, como en Lincolnshire County se ha extendido arena para evitar que se derrita el asfalto. El National Health System (NHS) está en alerta porque debido al calor «también las personas sanas podrían sufrir ataques al corazón». Las altas temperaturas han provocado incendios en distintos puntos del sur de Inglaterra.
Aunque en el mes de julio la media en este país es de 17 grados y un grado menos en agosto, ya han superado en Londres la barrera psicológica de los 40 grados y en Manchester se han alcanzado los 37,2, mucho más de lo habitual por estas fechas. La máxima registrada en Reino Unido hasta el momento había sido 38,7 grados en Cambridge en 2019 y ayer se volvió a batir un nuevo récord histórico.