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El equilibrio en todo embarazo es importante para mejorar la calidad de los óvulos

Embarazo

Los secretos de la microbiota: ¿por qué es tan determinante para potenciar la fertilidad?

La salud de este conjunto de bacterias es esencial para el sistema reproductivo

La microbiota es el conjunto de bacterias que colonizan la piel, el aparato digestivo, incluida la boca, y el aparato genital.

Aunque mucha gente lo desconozca, la microbiota tiene una especial relación con el sistema reproductivo. Tanto la intestinal como la vaginal y endometrial son importantísimas para la fertilidad.

Y es que la salud de la microbiota es determinante para potenciarla, ya que de ella depende que nuestro cuerpo sea capaz de eliminar los estrógenos que ya no necesita.

En el caso de la microbiota intestinal afecta tanto al esperma como a los óvulos, ya que si tenemos una alteración nos puede provocar problemas hormonales, inflamación crónica, más oxidación celular, menor absorción de nutrientes, alteraciones en el sistema inmune, no eliminación de tóxicos o de estrógenos o andrógenos, e incluso hormonas tiroideas, según la experta consultada por El Debate, la embrióloga Antonia González, de Onet.

El equilibrio en todo embarazo es importante, para así mejorar la calidad de los óvulos. Eso permite que el endometrio no esté inflamado, que el sistema inmunológico no ataque al embrión, que la tiroides funcione correctamente, que los niveles de minerales y vitaminas estén en rango para ayudar a la evolución del embarazo…

Prestar atención a la microbiota

Primero de todo, tenemos que saber qué está pasando exactamente, es decir, qué familias de microorganismos están alteradas, porque dependiendo de cuál sea tendrá un tratamiento u otro.

Para conocer esta información, se hace un test de disbiosis intestinal o vaginal o endometrial, y con este estudio podemos interpretar qué necesita cada paciente.

A partir de ahí, eso permite iniciar el tratamiento adecuado: desde necesitar tratamiento antibiótico, hasta necesitar cepas específicas de probióticos y prebióticos, o enzimas, ácidos grasos, aminoácidos, minerales, fitoterapia… y por supuesto, acompañado de una pauta nutricional adaptada a cada caso.

Mención aparte son los hábitos de vida, como un tipo de ejercicio físico, trabajar los ciclos circadianos –horas de sueño y horario para dormir– o trabajar el estrés, que altera la microbiota.

Falsos mitos y creencias

Muchos pacientes creen que no tienen problemas de microbiota porque van bien al baño o porque no tienen picor vaginal.

No siempre los síntomas se manifiestan. Por ejemplo, una infección de Ureaplasma no siempre cursa con síntomas, pero el tenerla afecta a la calidad espermática, disminuye la tasa de implantación del embrión, aumenta la tasa de abortos, aumenta la rotura de bolsa, provocando partos prematuros...