Viruela del mono
Los supuestos en los que la viruela del mono precisa de hospitalización
Sanidad actualiza un documento donde aparecen los escenarios en los que se requerirá ser ingresado, como la neumonía, la fiebre persistente o la encefalitis
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El Ministerio de Sanidad ha actualizado el documento que recoge las situaciones en las que son necesarias ser ingresado por viruela del mono.
La enfermedad suele cursar, en la mayoría de casos, levemente, por lo cual no se requiere ingreso hospitalario. Pero a veces, hay complicaciones o factores de riesgo que provocan que haya que pasar por el hospital.
Esta es la razón por la que el departamento que dirige Carolina Darias haya elaborado un texto que recoge información sobre cómo debe ser el manejo clínico y la gestión de los casos.
Se trata de un documento que recoge más de una decena de supuestos. Entre ellos destaca la encefalitis, que fue la infección que causó las dos muertes en España por viruela del mono.
SUPUESTOS EN LOS QUE LA VIRUELA DEL MONO REQUIERE HOSPITALIZACIÓN
- Neumonía, con o sin insuficiencia respiratoria.
- Encefalitis o meningitis.
- Deshidratación extrema.
- Dolor ocular; alteraciones visuales.
- Fiebre persistente.
- Sepsis (respuesta abrumadora y extrema de su cuerpo a una infección).
- Dificultad para la deglución de líquidos.
- Celulitis grave con compromiso orgánico.
- Lesiones múltiples con dolor.
- Proctitis (inflamación del revestimiento interno de la pared del recto).
Cómo tratarla en niños y adolescentes
Aunque de momento son pocos los casos fuera de África, Sanidad acaba de publicar una guía de «Manejo de la Viruela del Mono en niños» en la que han participado el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) y varias asociaciones y sociedades de Pediatría (AEP y Seip); de Dermatología (AEDV); de Enfermedades Infecciosas; de Ginecología y Obstetricia (Sego); de Atención Primaria (SEMFYC, SEMG y Semergen); de Medicina Preventiva (SEMPSPGS); de Urgencias (Semes) y de Oftalmología (SEO).
Los cuadros clínicos en todos ellos (salvo uno en un neonato) han sido leves y el exantema ha sido el síntoma más importante, pero en este grupo de población, añaden, se ha descrito un mayor riesgo de hospitalización y de ingreso en UCI.
En la edad pediátrica, el monkeypox debe diferenciarse de la varicela, del herpes zóster, de la infección por enterovirus y de molluscum contagiosum –causada por un poxvirus y que consiste en unas pequeñas verrugas en forma de cúpula que afectan a entre un 40 y 50 % de los niños en algún momento de su vida–.
La varicela es centrípeta, empieza en el tronco y se distribuye periféricamente, mientras que las lesiones del monkeypox se inician en las extremidades (cara y miembros, afectando palmas y plantas) y se diseminan centralmente, si bien en este brote se han observado lesiones atípicas más localizadas en el área genital.
Mientras, el rash (erupción citánea) asociada a enterovirus, en especial la enfermedad de mano, boca y pie es también de localización periférica.