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Embalse de Búbal (Huesca), 07/08/2022EFE/ Javier Blasco

Sequía

La situación de los embalses es la peor desde 1995

Las reservas hidráulicas de España han experimentado un descenso de casi el 40 % con respecto a la semana anterior

La escasez de agua en España es ya muy preocupante. Según los datos del último Boletín Hidrológico publicado por el Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), las reservas hidráulicas han vuelto a experimentar esta semana un descenso con respecto a la anterior y se sitúan en el 39,2 %.

El volumen de agua para el consumo humano y la agricultura está al 35 %, su nivel más bajo en al menos una década en estas fechas, lo que pone en dificultades la capacidad de las cuencas hidrográficas para atender a la demanda de consumo.

Las cuencas más afectadas son las del Guadalquivir, el Guadiana y el Guadalete-Barbate. Todas ellas se encuentran por debajo del 30 % de su capacidad. Sin embargo, en esta ocasión, ni siquiera zonas tradicionalmente más húmedas, como Galicia o Asturias, se libran de la escasez de este recurso tan preciado.

Los embalses experimentaron descensos de forma generalizada

En la última semana, los embalses de la cuenca del Cantábrico Oriental descendieron su volumen en un 1,85 %, los de la cuenca del Cantábrico Occidental en 1,54 %, los de la cuenca Miño-Sil en un 1,35 % y los de la costa gallega en un 2,3 %. Solo la cuenca del Júcar se encuentra a día de hoy a un mayor nivel que en la misma semana del pasado 2021.

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Galicia, Cataluña y Andalucía ya han comenzado a tomar medidas ante la falta de agua. Cortes de suministro nocturnos, cierre de duchas en las playas, y prohibición de regar, llenar piscinas y lavar coches son algunas de las restricciones puestas en marcha por los gobiernos autonómicos y municipales.

Escasez de lluvias

Esta sequía no solo se ha dado únicamente por las olas de calor veraniegas. El pasado invierno fue, según la propia Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), «extremadamente seco y muy cálido».

Los meses de enero y febrero de este 2022 fueron los menos lluviosos desde 1961. Las precipitaciones no llegaron ni a la cuarta parte de lo normal, ya que solo se recogieron 27 litros por metro cuadrado. El anterior récord acaeció hace 22 años y estaba en los 35 litros por metro cuadrado.

Las lluvias registradas en marzo y abril ayudaron a reducir significativamente el déficit de precipitaciones acumulado en otoño e invierno. De hecho, marzo fue el cuarto mes con más lluvias desde 1980. Pero no fue suficiente.

En los meses siguientes la escasez de precipitaciones volvió a ser notoria y el mes de julio ha sido especialmente seco, con un valor de precipitaciones media de 5,8 litros por metro cuadrado frente al promedio de 20,2 que cabría esperar, según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico referente a la sequía en España. Solo en el norte y noroeste peninsular las lluvias superaron los valores medios de referencia.

Ahora la situación continúa empeorando.