Fundado en 1910

Un niño recibe la vacuna contra la covid en un colegio de ValenciaEuropa Press

Sanidad

La vacunación infantil pincha en hueso: apenas la mitad de los niños tiene la dosis

Solo el 55,4 % de los menores entre cinco y 11 años ha recibido una inyección y solo el 45,4 % tiene la pauta completa

Un fracaso con mayúsculas. Solo así se puede definir la estrategia de vacunación infantil fijada por el Gobierno a finales del pasado año para los menores de entre cinco y 11 años. Si las primeras semanas aumentó considerablemente, nueve meses después de su implantación, solo ha cubierto al 55,4 % de este grupo poblacional. Y el problema es que lleva meses paralizada.

La campaña se inició el 15 de diciembre comenzando por los grupos de riesgo y las cohortes de mayor de edad –10 y 11 años– dando a cada comunidad flexibilidad para organizarse. La mayor parte de autonomías optó por los llamados vacunódromos y centros de salud, mientras que unas pocas eligieron los colegios con carácter general o centros puntuales al tratarse de zonas de ámbito rural.

En apenas un mes, la mitad de los menores de entre cinco y 11 años habían recibido ya la primera dosis. Visto el éxito inicial, Sanidad aprobó la dosis adicional y a comienzos de marzo ya habían recibido la vacuna un 57,6 % y la pauta completa el 20,1 %.

Cinco meses después, las cifras muestran el fracaso de la campaña. El 55,4 % de esta población ha recibido una dosis –la pequeña diferencia puede deberse a un ajuste–, mientras que un 45,4 % han recibido la pauta completa.

Los motivos de este estancamiento no están claros, aunque el cansancio puede haber hecho mella entre las familias. Para la Asociación Española de Pediatría, una de las razones es el aumento de infecciones que presumiblemente se registró en este grupo de edad a la vuelta de las vacaciones de Navidad. «Cuando los niños han sido infectados hay que esperar un mínimo de ocho semanas desde el diagnóstico. Esto ha entorpecido mucho la dinámica diaria de las familias y ha contribuido a demorar la vacunación de los niños».

Sin embargo, desde esta asociación también señalan el «caos normativo» producido por la falta de consenso entre Sanidad y las comunidades. «Esas diferencias no justificadas o no explicadas han contribuido a que la población reduzca su confianza en las recomendaciones oficiales».

«Está creciendo la percepción de hartazgo en la población y en las familias, lo que conlleva una menor confianza y un menor seguimiento de las recomendaciones, incluida la vacunación», comentan desde de la AEP.

Reticencia de las familias

Lo cierto es que esta decisión provocó cierta polémica. Antes de su aprobación, la Agencia Estadounidense del Medicamento (FDA) emitió un informe analizando los pros y los contras de la vacunación de Pfizer en este grupo de edad concluyendo que los beneficios «claramente superan los riesgos».

Sin embargo, familias y expertos se mostraron reticentes ya que la mayoría de los casos en estos menores eran asintomáticos y apenas se han registrado casos de gravedad que no estuvieran relacionados con patologías previas. Sin indicios de un aumento preocupante de la incidencia en menores de 12 años, no parece que el porcentaje de vacunación vaya a aumentar.