Higiene
Las 10 cosas más sucias que tocamos a diario
Microorganismos, virus y bacterias conviven con nosotros cada día, especialmente en estos diez objetos que tienen más gérmenes que tu inodoro
Tras la crisis del covid hemos aprendido la importancia de lavarse las manos con agua y jabón, y es que este simple acto puede prevenir numerosas infecciones. Hay virus y bacterias que puede vivir en tus manos u objetos hasta 24 horas y que podrían transmitir enfermedades y resultar perjudicial para los humanos. A pesar de no ser el caso de todos los gérmenes, siempre conviene mantener una higiene adecuada y lavarse las manos después de mantener contactos con estos diez objetos.
Monedas y billetes
Llevar y utilizar efectivo en España no es igual de habitual que hace unos años. El lado positivo es que reducir el número de intercambios que realizamos con billetes y monedas reduce la suciedad que podemos encontrar en estos. Aún así, continúa siendo uno de los mayores focos de bacterias junto al cajero y probablemente tu cartera.
Teléfono móvil
Posiblemente este sea uno de los objetos que más tocamos a diario, es prácticamente una extensión de nuestra mano y por esa misma razón es una de las cosas con más bacterias que utilizamos. A pesar de que lo mantenemos en contacto hasta con nuestro rostro, no lo limpiamos lo suficiente y puede llegar a contener 30 veces más bacterias que una taza de inodoro.
Teclado del ordenador
Una herramienta de trabajo que utilizamos a menudo, pero que compartimos con gérmenes y hongos. Estos pueden afectar a tu piel y uñas. Existe mayor riesgo en aquellos teclados que se encuentran en lugares públicos, de todas maneras conviene lavarse las manos tras utilizar uno y limpiar el tuyo propio con el líquido adecuado.
Mando a distancia
Este objeto utilizado por todos los miembros de la familia no solo pasa por nuestras manos, pero también por los lugares más recónditos del sofá. El mando del televisor se utiliza hasta cuando uno está enfermo, lo que lo convierte en uno de los objetos que más microbios alberga.
Botones del ascensor
De todos los ascensores, los botones que se encuentran en los ascensores de los hospitales son los que más patógenos contienes, incluso más que los baños. Una vez más, esto se debe a la poca frecuencia de limpieza de estos. El botón con más suciedad siempre será el de la planta baja.
Agarraderas de tren, metro y autobús
A pesar de que no todos los microbios sobreviven a una jornada en el metro, estos inundan las agarraderas que miles de personas tocan a diario. La mayoría de microbios son bacterias comunes de la piel, pero es importante recordar que el virus que causa los resfriados puede llegar a sobrevivir 18 horas en superficies inertes.
Pomos de las puertas
No suele ser común limpiar los pomos de las puertas diariamente, pero sí utilizarlos. Nuestras manos son una de las partes más sucias de nuestro cuerpo, dónde viven bacterias y gérmenes que propagamos a cada cosa que tocamos. Entre ellas están los pomos, dónde estos residen hasta que otra persona los toca.
Llaves
Este objeto podría liderar la lista de las cosas más sucias que tocamos a diario. Es otra de esas cosas que tocamos en nuestro día a día que es peor que un baño público, ya que no solo pasa por nuestras manos, bolsos y bolsillos pero también por el ojo de la cerradura e innumerables superficies más.
Carro de la compra
Por lógica este objeto que tocan cientos de personas contiene miles de bacterias en su manillar. La propia cesta donde se depositan los alimentos de la compra contiene también una gran cantidad de indeseables microorganismos. Por esta razón, recuerda lavarte las manos y los alimentos antes de guardarlos.
Estropajo de cocina
Es curioso como un objeto que se utiliza para limpiar puede llegar a albergar más gérmenes que la taza del váter. Es uno de los objetos más sucios de la casa y podría llegar a contener hasta 50 mil millones de bacterias, una cifra similar a la de las heces, según determina un estudio llevado a cabo por la Universidad de Furtwangen en Alemania. De forma parecida, los trapos y bayetas son el lugar ideal para los gérmenes por lo que conviene cambiarlo a menudo o utilizar papel de cocina en su lugar.