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Pedro Sánchez, interviene en el acto de presentación del libro «El año de la pandemia», de Salvador Illa.EFE

Presentación del libro del exministro

Recital de autoelogio de Sánchez a costa de Illa sin responder a las grandes cuestiones sobre la covid

El presidente aprovecha la presentación del libro del exministro de Sanidad para alabar su gestión durante los primeros meses de la pandemia

Más de dos años después de la llegada del coronavirus, Salvador Illa ha presentado El año de la pandemia, un libro en el que relata en primera persona esos primeros momentos de crisis. Pero si el exministro pensaba que iba a ser el protagonista, estaba muy equivocado: este era un acto de Pedro Sánchez para Pedro Sánchez y por Pedro Sánchez.

Pocas veces el presidente del Gobierno y hasta diez ministros han asistido a la presentación del libro de un antiguo colega. Por eso la convocatoria de la plana de mayor del Ejecutivo olía a baño de masas del presidente. Y vaya si lo fue.

El del presidente fue un agradecimiento extraño, más dirigido a su persona que a la gestión del exministro, con detalles por momentos épicos. «Recuerdo el día que te llamé por teléfono para que formaras parte del Consejo de Ministros», comenzó.

«Nadie podía imaginar la entidad de la prueba a la que nos íbamos a enfrentar, la mayor pandemia que había golpeado el mundo en los últimos cien años. Tenías que dirigir una cartera contra un enemigo al que solo se le puede combatir con la ciencia apelando al consenso y la solidaridad», añadió.

Según Sánchez, Sanidad se encontraba infradimensionado «como consecuencia de la trasferencia de competencias a las CC.AA». «Tuvimos que redimensionar un Ministerio que había quedado relegado en sus funciones y reducido su músculo administrativo. Casi tuvimos que empezar de cero».

A continuación, el presidente se vistió de Churchill para reconocer a los sanitarios de este país: «Son ellos esos pocos a los que tanto debemos. Es de justicia recordar el ejemplo de los profesionales de la sanidad… pública».

«Sea cual sea el desafío, lo importante es tener claro el rumbo y ser fiel a nuestros principios. Somos conscientes de la incertidumbre en los próximos meses como lo fue el virus en nuestras vidas. Fue un honor luchar a tu lado». Épica y mucho Sánchez.

El lado más personal de Salvador Illa

A continuación, Salvador Illa respondió a las preguntas de Angels Barceló, en un espacio cómodo en el que mostró su lado más amable y personal sobre lo que vivió durante el comienzo de la pandemia. «El momento más difícil fue el día que murieron 950 personas en un día o cuando tuvimos que restringir la asistencia funeraria».

Y, por supuesto, más Sánchez: «Con el presidente establecí una relación de mucha franqueza. Me pidió estar al corriente de todo y encontré una persona muy racional. Sabía que sus decisiones serían racionales y mantenidas». «El presidente se anticipó», añadió.

Illa también no quiso sin embargo entrar en el detalle de la pugna política, algo que sí hace en el libro al referirse a Madrid. «Había que estar a salvar vidas y es lo que me pidió el presidente, estar a lo que había que estar. Decidí que los profesionales sanitarios no merecían enzarzarse en consideraciones políticas».

Para acabar, el exministro recalcó que España ha salido de esta pandemia reforzada, con una vacuna diseñada y producida en España -Hipra- que supone «una ventaja estratégica muy importante».

Sin respuesta a las grandes cuestiones

Se trataba de un acto sin preguntas y no se esperaban grandes titulares. Sin embargo, son muchas las cuestiones todavía sin resolver después de estos años de pandemia. Seguimos sin conocer ni uno solo de los informes del comité de expertos nombrado por el Gobierno y que luego resultó ser el propio Fernando Simón y su equipo.

Tampoco se ha creado un comité independiente, como sí ha ocurrido en Francia, Alemania o Reino Unido, que valore la gestión del Ejecutivo. Especialmente después de que España se convirtiera en los primeros meses -empezando por la manifestación del 8-M- en uno de los países más afectados por esta pandemia.

Ni siquiera conocemos el número total de fallecidos por el coronavirus por la negativa de contabilizar casos como los fallecimientos en las residencias al comienzo de la pandemia. Tan solo un relato amable y muchas preguntas sin responder.

Críticas a Madrid

En el libro, Illa sí entra en detalles de las discusiones entre el Gobierno y la Comunidad de Madrid. «Nadie entendía que no hiciera nada», asegura Illa de la situación en la capital durante el verano.

«Siempre he pensado que en esos momentos no era Enrique (Ruiz Escudero) quien tomaba las decisiones. Por mucho que yo le apoyara, no tenía suficiente respaldo en su Gobierno», añade en referencia a Isabel Díaz Ayuso.

Este fue «el único desafío serio a la autoridad del Gobierno» que percibió en su mandato. «He pensado una y mil veces si pudimos hacer algo distinto (...) Y seguro que es así y que algo pudimos hacer mejor. Pero no tengo ninguna duda de que, con carácter general, actuamos correctamente, haciendo lo que debíamos».