LOMLOE
El Gobierno se sirve de la reforma educativa para primar a su periódico más afín
Los estudiantes de Bachillerato pensarán que no existe en España otro diario más que El País, ya que una gran cantidad de sus artículos copan el manual de Lengua Castellana y Literatura
Extractos de artículos publicados en el diario El País y su suplemento dominical, El País Semanal, ganan por goleada al resto de medios escritos como propuesta de ejercicios en el nuevo libro de Lengua Castellana y Literatura de Bachillerato de la Editorial Casals.
Según ha podido comprobar El Debate, se trata de artículos sobre la discusión entre académicos y académicas sobre sexismo lingüístico, de Jesús Ruiz Mantilla (El País, 19-10-2016); el nosotras y ellos, de Rosa Montero, en El País Semanal; una noticia titulada «El estudiante de piano que ha conquistado a James Rodhes» (Sara Cuesta, El País Semanal, 31-05-2018); dos extractos más de Manuel Vicent (06-12-2020) y Elvira Lindo (05-05-2018); una entrevista realizada al cubano Humberto López Morales, de la Asociación de Academias de la Lengua Española, en el citado diario (03-02-2015); o columnas de Mario Vargas Llosa (La lengua oculta, 06-12-2020) y Alex Grijelmo (Pan tumaca, 20-05-2018).
Una mayoría aplastante aderezada con otros ejemplos de diarios también de ideología progre como 20Minutos o infoLibre. Sin embargo, para encontrar algo más de variedad en el citado manual, ha aparecido una columna del periódico El Mundo perdida en este mar de progresismo.
Los estudiantes de Bachillerato que utilicen el citado libro de texto durante este curso, el primero en el que ha entrado en vigor la LOMLOE, popularmente conocida como Ley Celaá, acabarán pensando que no existe más diario de referencia en España que El País. En este caso al menos, la editorial encargada de elaborar el manual ha hecho oídos sordos a la variedad y complejidad que los diferentes medios existentes representan, tanto a un lado como al otro del arco ideológico.
Los libros de texto, punta de lanza
La nueva ley educativa ha llegado acompañada de unos libros de texto de cara al presente curso que está bajo el foco de la polémica.
Ante las críticas, Pilar Alegría, ministra de Educación, llegó a negar en público que la intención de la reforma gubernamental sea la de «adoctrinar» a los niños.
La titular de la cartera educativa aseguró, en un desayuno informativo, que ni ella ni sus ayudantes se levantaban por la mañana para descolgar el teléfono y pedirles a los profesores que se dedicaran a manipular las mentes de sus alumnos.
Lo que ocurre es que los docentes se ven obligados a utilizar unos manuales que, quizás, arriban envueltos en un 'tufillo progre', como ha publicado recientemente El Debate. Es el caso de la obra que se utilizará para la asignatura Educación en valores cívicos y éticos.
El papel del profesorado
La presidenta del Consejo Escolar del Estado (CEE), Encarna Cuenca, ha defendido que los profesores conocen «lo que se puede hacer y lo que no» en los centros educativos.
«La ideologización, en cualquier momento, en toda la Ley o no, los profesores sabemos lo que se puede hacer o no en el aula. Pero sabemos, y si somos buenos profesionales, que tenemos que pensar en el 'nosotros', en el bien común y en dar respuesta aquí y ahora a nuestros chicos», declaró.
Cuenca ha comentado que «los centros educativos, si se organizan correctamente y utilizan los instrumentos de los que democráticamente están dotados, pueden producir un cambio significativo en la aplicación de los currículos, no de manera casual», sino porque «un centro escolar es donde se debe responder a las necesidades concretas de los chicos».