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Las vacunas inhalantes podrían ser la clave para una protección duradera y efectiva contra el coronavirusGTRES

COVID-19

Por qué las vacunas intranasales podrían ser la clave para acabar con el coronavirus

Estas dosis podrían ofrecer una protección duradera y efectiva contra el virus en comparación con las intramusculares, cuya efectividad decae con el tiempo

El pasado domingo, China dio luz verde a la primera vacuna intranasal del mundo, administrada como dosis de refuerzo de emergencia. Apenas dos días después, India hizo lo mismo. Los expertos creen que en esta alternativa estará la clave para acabar con la pandemia.

Hace unas semanas, un editorial de la revista Science advertía de la necesidad de desarrollar esta vacuna lo antes posible. Los autores del artículo, los investigadores Eric Topol y Akiko Iwasaki, ponían de manifiesto el descenso en la capacidad de las inyecciones de refuerzo para bloquear las infecciones y la transmisión del coronavirus conforme han ido apareciendo nuevas variantes.

Las intranasales, en cambio, han mostrado una importante efectividad en la inmunización de las mucosas, «complementando y probablemente reforzando la inmunidad circulante lograda a través de inyecciones intramusculares».

«El éxito temprano y sorprendente de las vacunas iniciales contra la COVID-19 llevó a muchos a creer que esta estrategia de inyección finalmente lograría la contención global. Si el virus no hubiera evolucionado a sus cepas actuales, eso podría haber sido posible. Sin embargo, ahora tenemos un aumento global de ómicron BA.5 que está ocurriendo, en gran parte, debido a nuestra incapacidad para bloquear las infecciones y la transmisión», señalaban.

Por eso, abogaban por encontrar una respuesta inmune en las mucosas respiratorias que permita romper la cadena de trasmisión a nivel individual. Lamentablemente, la falta de estudios y financiación sobre esta vía está ralentizando cualquier avance importante.

Ahora, un extenso artículo publicado en la revista Nature se atreve incluso a añadir que estas vacunas inhaladas por la boca o la nariz podrían incluso detener el avance del coronavirus. «Prevenir la infección y la transmisión es un listón muy alto para cualquier vacuna, pero los estudios de vacunas mucosas contra el SARS-CoV-2 en animales sugieren que es posible», comentan.

El problema es que, al igual que las vacunas intramusculares permiten medir su efectividad en los niveles de anticuerpos neutralizantes que circulan en la sangre, en el caso de las intranasales que buscan inducir una inmunidad esterilizante, no es tan sencillo comprobar su éxito.

Muchos investigadores están midiendo la respuesta inmunitaria en el tracto digestivo, aunque no está claro qué niveles son necesarios para prevenir la infección y la transmisión. Por eso, las farmacéuticas chinas e indias has determinado el éxito de las vacunas nasales en el número de anticuerpos registrados en el suero sanguíneo en comparación con las intramusculares.

Los resultados mostraron que los niveles de anticuerpos también disminuían con el tiempo, pero era significativamente más altos que los obtenidos por la vía intramuscular. Sin embargo, no han podido comprobar los niveles de respuesta necesarios para proporcionar una inmunidad esterilizante.

Además se une la dificultad de realizar estudios comparativos con grupos placebo con los altos porcentajes de vacunación existentes. Codagenix y Nueva York, y el Serum Institute of India en Pune están preparando un estudio de vacuna intranasal en 20.000 personas no vacunadas, muchas de las cuales recibirán un placebo. La eficacia se determinará comparando la cantidad de casos confirmados en cada grupo y midiendo la tasa de protección de la vacuna. Aunque no habrá resultados hasta finales de 2023, los investigadores creen que este estudio será clave para acabar con el coronavirus definitivamente.