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Cumbre Vieja

Un año del volcán de La Palma: retrato de una isla que lucha por resurgir de sus cenizas

A pesar de las ayudas, cientos de personas siguen en condición de afectadas tras haber perdido sus posesiones

Casi toda España miró hacia La Palma desde aquel día y durante las semanas siguientes. Algunos confusos, otros atónitos y, posiblemente, unos cuantos más con indiferencia. Pero lo que es seguro es que aquel 19 de septiembre de 2021 muy pocos sabrían que en aquella isla canaria había un volcán (y mucho menos ocho, para ser exactos). Por eso, cuando de pronto vieron aquellas riadas interminables de lava en sus teléfonos móviles y televisores, no salieron de su asombro.

La catástrofe fue significativa. Casi tres meses (85 días y ocho horas) de erupción ininterrumpida que dejó un total de 1.180 hectáreas (el equivalente al 1,69 % de la superficie de la isla) arrasadas y más de 215 millones de metros cúbicos de materiales expulsados que, si fueran agua, bastarían para llenar todos los embalses de las provincias de Álava, Castellón, La Rioja o Teruel.

7.000 personas, el 8,2 % de la población de la isla, fueron evacuadas de sus casas en aquel momento. 1.676 edificaciones sufrieron destrucciones o daños, 73,8 kilómetros de carreteras y vías urbanas quedaron sepultadas y 370 hectáreas de cultivo fueron devastadas por la lava.

La factura ascendió a 982 millones de euros en daños de todo tipo, una suma de la que el Gobierno central, en colaboración con el Ejecutivo canario, ha abonado por ahora 565,54 millones en concepto de ayudas a viviendas, comercios, hoteles, oficinas y otro tipo de inmuebles. En total, el 96 % de los 7.091 expedientes ya han sido firmados, según el último balance recogido por la Agencia Efe.

Las consecuencias perduran

Aun así, la tragedia habitacional sigue siendo latente. 180 palmeros viven todavía en hoteles un año después de la tragedia, amén de una cifra indeterminada de personas que residen con familiares o en otro tipo de alojamientos, como caravanas. Las 139 viviendas y casas modulares compradas por el Gobierno de Canarias han coadyuvado en el titánico reto de reconstruir el área calcinada, pero no es suficiente todavía.

Por otra parte, 93 niños han perdido su colegio, y el precio de la vivienda en la isla se ha disparado en torno al 20 % como consecuencia de las pérdidas y el consiguiente incremento de la demanda de afectados en busca de una nueva casa. Cientos de propietarios, al mismo tiempo, siguen sin saber si podrán recuperar sus fincas y propiedades terrenales sepultadas bajo la lava. Un año después, La Palma sigue pugnando por resurgir de sus cenizas.