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Luis Enjuanes, director del laboratorio del CSICCSIC

La vacuna intranasal contra la covid pasa a su última fase

Las autoridades sanitarias de China, Rusia, Irán e India ya han aprobado las primeras vacunas

«Una inoculación intranasal podría ser fundamental para conseguir una inmunidad que evitase no solo la enfermedad, sino también la infección», explica la viróloga del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC, Sonia Zúñiga, que investiga una vacuna intranasal contra la COVID-19 en el laboratorio de Luis Enjuanes.

La vacuna que están desarrollando los científicos del CSIC es la única en el mundo basada en un RNA que se autoamplifica derivado del propio virus. Además, ya se han realizado los primeros ensayos en humanos, por lo que podría estar en su última fase antes de su aprobación. «Para ello, eliminamos mediante ingeniería genética todos los elementos que permiten al virus propagarse y todos los que le hacen causar enfermedad severa», explica Zúñiga

Con este «corazón» están además desarrollando dos tipos de maneras de vehiculizarlo: con partículas análogas a virus o con una envoltura sintética. La primera de estas versiones es similar a la aproximación que se aplicó en el pasado contra el MERS-CoV y que indujo inmunidad esterilizante en modelos animales cuando se suministraba intranasalmente.

Lo cierto es que el equipo del CSIC no es el único con el sueño de crear una vacuna que se inocula de manera nasal y que permite frenar el contagio de todas las cepas del coronavirus. De hecho, varios países como China, India, Rusia e Irán ya han notificado la aprobación de dichos proyectos. No obstante, estas vacunas no siguen los protocolos occidentales.

CanSino Biologics ha sido la encargada de desarrollar la vacuna intransal china que para su desarrollo e inmunidad emplea los mismos principios activos que la intramuscular que había creado la empresa para gran parte de los países del mundo. Las autoridades sanitarias de China ya la han autorizado para que los ciudadanos la utilicen como dosis de recuerdo.

La de la India corre a cargo de Bharat Biotech. Las autoridades la han aprobado como vacuna principal compuesta por dos viales. En las dos soluciones nasales se trabaja con fórmulas de adenovirus.

A pesar de ya estar aprobadas, ninguna de las dos farmacéuticas han presentado los ensayos clínicos en fase III. Es decir, testados en humanos.

De la vacuna iraní es de la que menos se sabe. Hace un año ya anunciaron el reparto de 5.000 dosis intranasales a cargo de la compañía de Sputnik V.

Los investigadores españoles, en cambio, probaron el compuesto Asapiprant, que está específicamente dirigido a inhibir la señalización por icosanoides. Según la investigadora del CSIC se observó que el 90 % de los ratones tratados con el compuesto sobrevivieron a la infección por el coronavirus adaptado a ratón, además de que no perdieron peso y eliminaban antes el virus. En contraste, el 100 % de los animales no tratados con el compuesto perdían mucho peso y todos morían como consecuencia de la infección.

Este resultado además dependía de la edad de los ratones, siendo el compuesto efectivo en ratones de mayor edad. Simplificando, lo que hace el compuesto es 'corregir' los defectos en la respuesta inmune asociados con la edad que hacen que los individuos (en este caso los ratones) sean más susceptibles a sufrir una enfermedad severa por la infección con coronavirus.