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Una hilera de personas participa en una cadena humana por la recuperación del Mar Menor, en la Playa en Los AlcázaresEP

Medioambiente

El Mar Menor ya tiene personalidad jurídica propia

El Senado aprueba la Proposición de Ley con 230 votos a favor, 3 en contra y 30 abstenciones

El Mar Menor ya tiene personalidad jurídica propia, por lo que cualquier persona podrá defender la laguna y presentar acciones judiciales en su nombre después de que las Cortes Generales hayan aprobado la Proposición de Ley con 230 votos a favor, 3 en contra y 30 abstenciones.

Durante el Pleno se ha rechazado la propuesta de veto formulada por Vox así como una enmienda del PP. Según José Manuel Marín, de la formación que dirige Santiago Abascal, esta propuesta responder a «una apuesta ideológica y radical» que nos llevará «a una sociedad ecocéntrica basada en la Agenda 2030».

«Esta proposición propone algo de implicaciones severas como es el sometimiento del principio fundamentales al derecho de la ecología», dijo el senador de Vox. «Es un chiringuito antidemocrático y totalitario dominado por la extrema izquierda que funcionará al margen de las leyes y conllevará más despilfarro y legislación».

El senador socialista Fernando Lastra ha respondido a Marín asegurando que las leyes ambientales en la región de Murcia han demostrado ser «claramente ineficaces» para proteger el Mar Menor.

«Esta iniciativa es un éxito, pero también es la constatación del fracaso de quien tiene la competencia autonómica y la responsabilidad medioambiental» en la Región, ha aseverado el senador, que ha recordado que «no ha sido el Gobierno de Murcia el que ha alzado la voz, sino los ciudadanos».

Para Juan María Vázquez Rojas del Grupo Popular, el veto de Vox solo conseguiría «cercenar» el debate de un texto legislativo que aprobó mayoritariamente en el Congreso y que pone voz a miles de ciudadanos que trasladan con su firma, «una propuesta para avanzar en los mecanismos de protección de uno de los ecosistemas que más valor tienen en España y en Europa».

Es una «ley con luces, pero también con sombras», ha observado Vázquez Rojas para afirmar que es una ley que no se debería haber tramitado en régimen de urgencia y debería haber permitido un debate reflexivo, pero al tiempo es una ley que «la exigen unos ciudadanos cada vez más comprometidos con la conservación».