La ley de cuidados paliativos, una alternativa a la eutanasia que no llega a los pacientes terminales

La aprobación de la Ley de Eutanasia fue insólita. Sin un debate social significativo y afectando a una minoría, el Gobierno dio luz verde al proyecto sin un debate en profundidad y obviando la opinión de los profesionales. Y, lo que es peor, sin una legislación sobre cuidados paliativos que otorgue a los pacientes terminales una alternativa para el fin de su vida.

El preámbulo de la ley que regula la eutanasia habla de un debate que «se ha abierto paso en nuestro país y en los países de nuestro entorno durante las últimas décadas». Este debate no se trasladó, no obstante, durante su tramitación parlamentaria en un contexto en que la participación ciudadana se encontraba 'secuestrada' por el contexto de la pandemia. Precisamente una de las críticas de la oposición es que, con una ley de cuidados paliativos en condiciones, la eutanasia no se hubiera planteado.

Los cuidados paliativos es un asunto que llevan reclamando distintas asociaciones desde hace más de treinta años sin éxito. La falta de datos oficiales tampoco ayuda. El Atlas de Cuidados Paliativos de Europa de 2019 colocaba a España en el puesto 31 del continente, entre Rumanía y Moldavia, mientras que la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL) cifró en 77.000 las personas que mueren cada año en nuestro país sin recibir los cuidados paliativos adecuados en su fase terminal.

Elia Martínez, oncóloga y vocal de SECPAL, destaca las grandes desigualdades que existen entre las distintas regiones: «Hay comunidades en las que prácticamente no hay representación, ni de unidades hospitalarias ni de atención domiciliaria, que son las más relevantes en poblaciones con mucha dispersión geográfica».

En 2019, Sanidad aseguró que estaba trabajando en una ley de cuidados paliativos, pero los vientos políticos de ese momento lo impidieron. Ciudadanos y PP posteriormente aparcaron sus propuestas por una cuestión de prioridad. Desde entonces, apenas se ha movido ficha. «Nos hemos reunido con el Ministerio por la estrategia, que llevaba paralizada desde 2014, pero todos los procesos son muy lentos».

Tanto SECPAL como la Asociación Española de Enfermería en Cuidados Paliativos (AECPAL) denunciaron las «prisas» en la aprobación de la ley de la eutanasia. «La ley no es conciliadora ni protege a los vulnerables ni ha establecido diálogo alguno. Esta falta de diálogo, y el que en algunos ámbitos se hable de esta ley como ley de muerte digna, puede suponer un sesgo en la toma de decisiones. La dignidad es un término complejo, y no se debería hacer uso de él de forma simplista», señalaron en un comunicado conjunto.

Falta de madurez

A esto se le une el desconocimiento de los ciudadanos respecto a los cuidados paliativos «La sociedad no tiene todavía la madurez de lo que es concepto de medicina paliativa», señala Martínez. «Se vincula con el final de la vida, pero no con el control de síntomas, la mejora de la calidad de vida, el cuidado al paciente…», añade.

Hace unos meses, Sanidad se comprometió a actualizar la estrategia «para homogeneizar y coordinar la asistencia de los paliativos del Sistema Nacional de Salud». Sin embargo, sin una ley de paliativos en condiciones, los pacientes terminales solo tienen la eutanasia como única alternativa.