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Sergio García Torres, director general de Derechos de los AnimalesCaptura de Twitter

El director de Bienestar Animal se agarra al cargo: «La enmienda del PSOE no se ajusta a la ley»

Sergio García Torres, ideólogo de la ley de bienestar animal que prometió que dimitiría si los perros de caza quedaban excluidos de la norma, se agarra al cargo tras la enmienda presentada por el PSOE.

El director general de los Derechos de los Animales, que ingresó en el Ejecutivo de la mano de Pablo Iglesias, aseguró que los animales auxiliares en actividades cinegéticas también formarían parte del texto. En caso contrario, él se iría.

El matiz presentado por los socialistas le obliga a cumplir su palabra pero lejos de eso, él se agarra al cargo. En una entrevista concedida a EFE, pasa al ataque: «Confiamos en que esta enmienda sea retirada».

Además, dice que: «El colectivo de la caza no ha entendido quizás bien esta norma porque no impide ni prohíbe ni restringe su actividad, lo que plantea es que si se realiza con perros, estos tienen que tener un mínimo de criterios de bienestar animal».

La posición del PSOE

El rechazo del mundo rural, en general, y de los cazadores en particular, así como las voces discordantes dentro de su propio partido, como el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, llevaron a Pedro Sánchez a hacer alguna concesión y sacar a los perros de caza de la mencionada ley.

El portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, anunció que los socialistas presentaban una enmienda para excluir a estos canes de la ley de bienestar animal elaborada por el Ministerio de Asuntos Sociales, en manos de Unidas Podemos.

El PSOE tiene la idea de hacer para ellos una legislación específica, tal y como piden las asociaciones de caza. López aseguró que con tal enmienda pretendían excluir también a los perros pastores, los de rescate y aquellos que trabajan para los servicios de emergencia y las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.

Con esta enmienda, aquellos perros que realizan una actividad concreta 'salen' de la mencionada ley impulsada por Unidas Podemos y negociada a cara de perro, quedando únicamente bajo su protección los animales domésticos que viven en domicilio familiar.