La vacuna ARNm, gran esperanza para los pacientes con el tumor cerebral más agresivo

El glioblastoma es uno de los cánceres cerebrales más agresivos. Este tipo de enfermedad, cuya esperanza de vida para los pacientes es de 15 meses, se genera a partir de células denominadas «astrocitos» que proporcionan apoyo a las neuronas. A pesar de ser una de las enfermedades más serias y con peor diagnóstico, en los últimos años se ha visto esperanzada gracias a la investigación científica y nuevos tratamientos.

«Las vacunas de ARNm no son una estrategia nueva, la investigación lleva años aunque ahora se ha puesto de moda con el Covid», explica Marta Alonso, investigadora del Grupo de Terapias Avanzadas para tumores sólidos del Cima y de la Clínica Universidad de Navarra al Confidencial.

Si algo bueno ha tenido el coronavirus ha sido dar una nueva oportunidad a las terapias creadas a partir de ARN mensajero. Antes de la pandemia el número de ensayos con este código genético era de 34. Ahora, en 2022 la cifra total ha ascendido a más de 127. Desde el 2022 hasta 2029 están previstos nueve ensayos que tratarán de salvar a vida a las más de 22.000 personas diagnosticadas cada año en Europa.

Tal y como ha añadido la doctora al periódico español «el tratamiento convencional es una cirugía donde los neurocirujanos operan lo que pueden sacar de ese tumor, porque como el cerebro es un órgano tan esencial y primordial tienen que tener cuidado para no dejar al paciente sin movimiento de un brazo, sin habla o con algún otro problema», y ha comunicado que «tras la cirugía, el mismo tratamiento desde hace 15 años consiste en radioterapia focal en la zona del tumor y quimioterapia en pastillas», añade.

A pesar de que son tumores que se pueden operar, la vida de la supervivencia de las personas diagnosticadas no supera los cinco años, ya que son tumores que vuelven a reproducirse. De hecho, cuando el tumor reaparece las opciones de tratamientos son muy escasas: «Queda en manos del oncólogo ver opciones y la participación en ensayos clínicos», indica la doctora Alonso.

Resultados de los tratamientos

La investigación de las nuevas terapias para acabar con el glioblastoma lleva varios años en marcha. Las primeras fases mostraron muy buenos resultados. No obstante, los ensayos en fase III no han mostrado aún resultados positivos. A pesar de estos datos, los estudios continúan en marcha aunque aún está por ver su eficacia.

Otras de las terapias que se están probando son las novedosas CAR-T, que modifican los linfocitos de los pacientes para atacar su propio tumor.

«Lo que parece que tiene más futuro ahora mismo es combinar distintas estrategias de inmunoterapia. Anticuerpos, por ejemplo, con vacunas. Parece que una única estrategia no basta y hay que emplear varias de forma simultánea para desbloquear el sistema inmunológico a esos antígenos que expresa el tumor. Ojalá tengamos suerte y alguna funcione», reflexiona Alonso.