Ley trans
Una 'clínica trans' suspendida en Reino Unido se refugia en España gracias a la ley de Montero
El centro fue fundado por un matrimonio al que el Consejo General de Reino Unido retiró la licencia por mala praxis con siete pacientes transgénero
La permisividad de la futura ley trans española puede ser un filón para algunas clínicas dedicadas a tratar pacientes transgénero incluso aunque carguen con casos de mala praxis médica en sus países de origen.
Como ya informamos en El Debate, Reino Unido es uno de los países europeos que más en serio se tomó lo de recular en esta materia, una vez fueron conscientes sus autoridades de los excesos y escándalos que acompañaban al polémico proceso de administrar medicamentos para cambiar el género a aquellos que así lo demandasen.
Así sucedió con la que fue el centro estrella en suelo británico, la famosa clínica Tavistock, que en su funcionamiento se convirtió en toda una barra libre de transformación, hasta su caída en desgracia. Durante aquella orgía de bloqueadores de pubertad y otros tratamientos, iniciados incluso en menores sin su consentimiento, estalló la crisis. La denuncia de una joven arrepentida, que fue confundida para tomar la decisión, se la llevó por delante.
Desembarco en España
La clínica privada GenderGP, especialista en administrar bloqueadores de la pubertad y hormonas de cambio de sexo, se ha refugiado en España aprovechando la inminente aprobación de la ley surgida del ministerio de Irene Montero.
El Consejo Médico de Reino Unido retiró la licencia a sus dos fundadores, el matrimonio Webberley, por mala praxis cometida sobre varios pacientes. Entre sus escándalos, The Times descubrió en 2020 que recetaron medicamentos hormonales a un niño de nueve años. El hombre, Michael Webberley, se quedó sin su licencia médica en mayo de 2018 por irregularidades cometidas con varios menores, incluyendo el mencionado niño de nueve años y otro adolescente que finalmente se suicidó varios meses después.
Dado que la actividad de GenderGP es online, los Webberley publicaron un comunicado anunciando que trasladaban la gestión de su negocio fuera de Reino Unido, pero prometiendo que todo aquel que lo demandara no se quedaría sin su atención: «Nadie se quedará sin su medicación».
The Objective ha informado que la clínica ha registrado en su página online su dirección en el toledano pueblo de Mocejón, a pesar de que no se encuentran, al menos por el momento, físicamente en ese lugar por operar exclusivamente por vía telemática. Sin embargo, se rumorea que, una vez la ley trans vea definitivamente la luz en el Congreso, el citado matrimonio abrirá una sede en Málaga.
Una ley de puerta de entrada
«GenderGP es el único centro privado que ofrece atención a menores de edad. La atención debe ser más accesible para todos, ya que los adultos trans fueron alguna vez niños trans», dicen de sí mismos los fundadores de la clínica.
Pero no es oro todo lo que reluce. La prensa inglesa descubrió que el doctor Michael Webberley había proporcionado bloqueadores de pubertad y hormonas a través de su clínica a menores sin tener la formación suficiente.
Así, diagnosticó con una disforia de género a una paciente, que sufría un síndrome de Asperger, que posteriormente se quitó la vida. A otro niño de nueve años, le diagnosticó a través de un cuestionario. Y es que GenderGP no ofrece en estos momentos a los interesados la posibilidad de una cita presencial. El 'asesoramiento' y los tratamientos son online.
Hasta que finalmente el Servicio de Tribunal de Médicos de Manchester lo encontró culpable de proporcionar un tratamiento que no era el indicado. The Sun añadió que el ya suspendido galeno se instaló para vivir en España, por lo que no sería de extrañar que desde aquí siga operando una vez la ley le proteja.
Miles de pacientes trans tratados
«He participado en el tratamiento de miles de pacientes transexuales, tanto en el ámbito de las urgencias como en el que no», dice de sí mismo el doctor Webberley en su perfil.