Sociedad
Unos loteros, a juicio diez años después acusados de apropiarse del boleto premiado de un cliente
El dueño del billete, ya fallecido, habría ganado un premio de la Primitiva por valor de 4,7 millones de euros
Un boleto de la Primitiva, un lotero presuntamente deshonesto y casi cinco millones de euros. Se trata de una historia detectivesca que diez años después ha llevado a los juzgados a los implicados, acusados de apropiarse ilegalmente de un billete de Primitiva premiado.
En julio de 2012, un hombre fue a una administración de Loterías para comprobar sus billetes. Manuel Reija, dueño del establecimiento, le entregó 3 euros de premio. Sin embargo, una de las apuestas tenía un premio de 4,7 millones de euros.
Al no aparecer el ganador, el Ayuntamiento de La Coruña inició una investigación para encontrar al agraciado. Reija explicó a las autoridades que alguien había olvidado el boleto en la ventanilla y él, por curiosidad, comprobó que estaba premiado.
Cerca de 270 personas se presentaron asegurando ser el propietario del boleto y todos ellos fueron descartados por la Policía, que decidió volver a la versión del lotero. Los agentes descubrieron que Reija había comprobado el billete pero, tras descubrir que estaba premiado, había preferido guardar silencio.
Según la ley, si a los dos años no aparecía el dueño, el premio iría a parar a la persona que lo había encontrado, en este caso Reija. Sin embargo, la búsqueda del afortunado complicó todo. La investigación reveló también que el lotero había comprobado el billete en varias ocasiones después de que el dueño –un hombre mayor que siempre jugaba a los mismos números– abandonase la administración.
El caso acabó salpicando a cuatro altos cargos de Loterías, además de Reija y su hermano Miguel, al que le habría pedido consejo para ocultar el hallazgo el tiempo suficiente para poder cobrar el premio. Diez años después, la Audiencia Provincial de la Coruña ha exonerado a los altos cargos y limita la responsabilidad penal a los hermanos Reija, que se sentarán en el banquillo por un delito de apropiación indebida.
El hombre que la Policía sospecha es el dueño del boleto ya ha fallecido, pero si el juzgado le da la razón, su viuda podría llevarse el dinero del premio más los intereses, que podrían a ascender a otro millón más.