Asturias: una comunidad asediada por los lobos que ruega poder cazarlos
Los ganaderos denuncian que ya son una plaga y que «le han perdido el miedo al ser humano»
Desde septiembre de 2021, el lobo fue incluido en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre), lo que impide que se puedan eliminar ejemplares. El Ministerio para la Transición Ecológica y las comunidades acordaron hace unos meses un mecanismo excepcional para autorizar el abatimiento de algunos lobos, siendo Asturias la primera región que lo efectuaría.
Para ello, el ganadero tiene que justificar con un expediente los ataques que hipotéticamente esté sufriendo por parte del lobo en cuestión y probar que al acabar con ese ejemplar no se perjudica a la evolución de la especie.
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En Asturias hay 46 manadas de lobos, según el propio Lespre, que ya ocupan un área de más de 8.500 kilómetros cuadrados. Una población que ha ido creciendo y expandiéndose por la región desde las montañas hasta la costa y que genera cada año cientos de miles de euros en pérdidas para los ganaderos.
El Gobierno del Principado ha llegado a desafiar al Ministerio, mostrando opiniones enfrentadas. La Consejería se muestra favorable a eliminar un lobo de la manada que vive en la zona Cabrales-Treviso por los daños que produce a la ganadería. Sin embargo, desde el Gobierno central existen reticencias. Un informe desfavorable del Ministerio publicado por elDiario.es concluye que no puede certificarse que «la extracción de ejemplares de lobo solicitada resulte neutra sobre el estado de conservación de la especie en España».
Control poblacional, única solución
Mercedes Cruzado, secretaria general de Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) Asturias, apunta que la inclusión del lobo en el Lespre va «en contra total» del manejo de la ganadería extensiva en Asturias. Denuncia que los lobos están cada vez en más sitios y ya han llegado a las costas asturianas y a cualquier hora del día, cuando antes su presencia se limitaba a las noches en zonas cercanas a la montaña.
Cruzado lamenta que con esta nueva normativa, la burocracia para poder terminar con algún ejemplar es excesiva y sentencia que no hay medida de protección efectiva contra el lobo: «Esa moto se la venden a la gente que no convive con ellos y que no vive en carne propia el problema». Añade que la única solución es el control poblacional, «sin hablar de exterminio», y alerta de que si no se hace algo ya «cualquier día ocurrirá una desgracia», ya que los lobos le han perdido el miedo a los seres humanos. «Nos llaman alarmistas, pero nosotros sabemos de lo que hablamos al ver el comportamiento de los animales».
En cuanto a la guerra política desatada por este problema, Cruzado admite que la Consejería de Medio Rural y Cohesión Territorial del Principado está de parte de los ganaderos, «pero tenía que haber demostrado más valor». Reconoce que el PSOE asturiano se enfrentó a su partido a nivel nacional, pero creen que aún falta mucho por hacer y cada semana los ganaderos continúan sufriendo nuevos ataques a sus rebaños.
«Ni agricultores ni ganaderos buscan dinero»
Otros colectivos del sector primario también piden ayuda para poder acabar con los lobos que dificultan el desarrollo de agricultores y ganaderos. La Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja) de Asturias comenta a El Debate que el informe del Ministerio en el que se certificaba que los lobos se encontraban en un estado de conservación desfavorable «no se corresponde con la realidad» por manejar datos del año 2014. Sobre esa base, la asociación denuncia que el Gobierno central lleva años «incumpliendo la directiva Hábitats», que tiene como objetivo la protección de los tipos de hábitat naturales y de las poblaciones de las especies silvestres de la Unión Europea.
Asaja advierte que los agricultores «cerrarán» si esta situación continúa y denuncia que se está «dejando de lado la importancia del sector primario». El colectivo lleva tiempo alzando la voz para mostrar lo insuficientes de las compensaciones económicas, ya que si un lobo, un oso o un jabalí estropean el pasto o se comen el ganado, el agricultor tan solo recibe 36 euros. «Ni los agricultores ni los ganaderos buscan dinero, quieren que no les estropeen su trabajo», sentencian desde Asaja.
Denuncian al director de Medio Natural
Ante todo esto, a Asociación para la Conservación y Estudio del Lobo Ibérico (Ascel) ha denunciado al director general del Medio Natural y Planificación Rural de Asturias, David Villar, ante la Fiscalía Coordinadora de Medio Ambiente y Urbanismo de Madrid como presunto autor de un delito de prevaricación por firmar una resolución previa a la eliminación de un lobo en los Picos de Europa.
Según Ascel, Villar resolvió la eliminación del lobo antes de contar con el preceptivo informe del Ministerio. Sin embargo, la resolución es sobre una propuesta realizada en diciembre de 2020, anterior a la incorporación del lobo al Lespre.