Investigan otra muerte por el fármaco estrella contra el alzhéimer: «Parecía que su cuerpo estaba en llamas»
Se ha descubierto que ralentiza un 27 % el deterioro cognitivo pasados 18 meses
El medicamento lecanemab, fabricado por la farmacéutica japonesa Eisai Co Ltd y Biogen (BIIB.O), prometía ser una gran esperanza para tratar a las personas con alzhéimer. El ensayo clínico de este fármaco comenzó en 2019 y demostró que ralentizó en un 27 % el deterioro cognitivo en comparación con los que recibieron placebo. Se creía que esta innovación mejoraba la vida de los pacientes, pero no ha resultado ser así, expertos están estudiando la muerte del segundo paciente que participó en el ensayo clínico a causa de una hemorragia cerebral.
La primera muerte se notificó hace poco más de un mes. Ahora, la revista científica Science ha publicado la segunda defunción. Una mujer de 65 años de Chicago, a la que se le administró lecanemab en los ensayos clínicos, habría muerto a causa de una «hemorragia cerebral masiva».
La hemorragia cerebral, aunque controlada y leve, es uno de los efectos secundarios de este fármaco, ya que consiste en introducir al cuerpo anticuerpos que se adhieren a las placas de las proteínas –beta amiloides– que producen Alzheimer para eliminarlas. Desde hace un tiempo se ha considerado que estas proteínas eran la principal causa de la enfermedad, pero viendo los resultados recientes, los científicos lo han puesto en duda.
El estudio forense, según comunica la revista, lo lleva el Centro Médico Universitario Northwestern de Chicago, y atribuye la muerte al lecanemab. El medicamento actuó sobre depósitos amiloides muy cercanos a los vasos sanguíneos, que sufrieron un proceso inflamatorio y se debilitaron. La mujer sufrió un trombo cerebral y al aplicarle un anticoagulante (tPA o activador tisular del plasminógeno), esos vasos sanguíneos dañados «ardieron», según describen los autores de la autopsia. «Si la paciente no hubiera recibido lecanemab, hoy estaría viva», así de contundente se ha pronunciado el neuropatólogo Rudolph Castellani, uno de los forenses.
La revista también ha podido hablar con el viudo de la paciente. Relata que llevó a su esposa a urgencias con síntomas de trombosis cerebral. Informó a los médicos de que estaba en el ensayo clínico con lecanemab, los médicos revisaron la información facilitada por la entidad responsable del estudio y le administraron tPA. «En cuanto se lo dieron, parecía que su cuerpo estaba en llamas. Gritaba. Hicieron falta ocho personas para mantenerla tumbada. Fue horrible, todo el mundo corría y decía ¿'qué diablos está pasando'?», recuerda. Lo único que pudieron hacer por ella fue sedarla para que dejara de sufrir. Los médicos le dijeron que nunca habían visto una hemorragia tan masiva.
La primera muerte fue en un un paciente de 80 años que también participó en el estudio y tuvo una hemorragia similar a la de la mujer.