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El número de eutanasias en Bélgica y Países Bajos se ha multiplicado en los últimos años.Pixabay

La importancia de la vida: los médicos rechazan la eutanasia y apuestan por los cuidados paliativos

Países Bajos fue en 2002 el primer país del mundo en permitir la muerte de las personas a través de la eutanasia

El final de la vida debe ser reconocido y respetado como una parte importante en la vida de una persona. Con estas palabras la Asociación Médica Mundial (AMM) denuncia la eutanasia y el suicidio asistido, prácticas ya legales en nuestro país –hasta el primer semestre de 2022 se han producido cerca de 180 eutanasias, es decir, una al día–, pero no aprobadas por la ética médica internacional.

Bajo el título Declaración de Venecia de la AMM sobre la atención médica al final de la vida, los médicos sostienen que «la AMM se mantiene firmemente opuesta a la eutanasia y al suicidio con ayuda médica, como se estipula en la Declaración de la AMM sobre Eutanasia y suicidio con ayuda médica».

La Asociación apuesta por los cuidados paliativos al final de la vida, ya que tienen como objetivo «mantener la dignidad del paciente y la ausencia de síntomas angustiantes». Por ello creen que «se debe poner más atención a crear tratamientos paliativos y la evaluación y la respuesta a los aspectos físicos, psicológicos, sociales y espirituales o existenciales una enfermedad terminal y otras condiciones al final de la vida».

Belén Martínez, directora de la Asociación Madrileña de Cuidados Paliativos también apuesta por ayudar y acompañar hasta el final: «Una de las cosas que más hacemos es escuchar a los pacientes y familias e interesarnos por su biografía, porque normalmente lo que se nos va no es un cuerpo, sino una persona, una vida».

«Los avances en la ciencia médica han aumentado la capacidad de los médicos para abordar varios asuntos relacionados con el final de la vida. Aunque la prioridad de la investigación para curar las enfermedades no debe verse comprometida, se debe poner más atención a crear tratamientos paliativos y la evaluación y la respuesta a los aspectos físicos, psicológicos, sociales y espirituales o existenciales una enfermedad terminal y otras condiciones al final de la vida», apunta la organización.

La directora demanda más ayudas, no solo a nivel económico sino práctico. Si el Ministerio de Sanidad tuviese más en cuenta estos cuidados y los servicios que dan 24 horas al día todas las personas, podrían acabar su vida de una forma digna y rodeadas de las personas más queridas.

España está en la lista

España aprobó la Ley Orgánica 3/2021, el 24 de marzo, de regulación de la eutanasia. Holanda fue en 2002 el primer país del mundo en permitir la muerte de las personas a través de la eutanasia. A partir de ese momento, solo seis países más aprobaron iniciativas similares, España entre ellos.

En el año 2019, una niña holandesa de 17 años decidió poner fin a su vida, con conocimiento y consentimiento de sus padres. Después de convivir varios años con depresión, anorexia y estrés postraumático a causa de los abusos que vivió años atrás, a la joven holandesa le practicaron la eutanasia sin padecer una enfermedad crónica.

Esta decisión fue especialmente controvertida después de que la madre lamentara que «su hija debería haber ingresado en un centro psiquiátrico», pero que «las largas listas de espera se lo impidieron».

Después de Holanda, la eutanasia fue legalizada en Bélgica un mes después; en Luxemburgo en 2009; en Colombia en el año 2014; en Canadá en el 2016, y en España y Nueva Zelanda en el 2021. Por lo que nuestro país fue el sexto país a nivel mundial en aprobar esta ley.