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Una veterinaria ausculta a un gatoGTRES

Sociedad

Hasta los veterinarios critican la Ley de Bienestar Animal: «No los protege como es debido»

  • Avisan de que, pese a su nombre, no se guía por el concepto científico de «bienestar animal», lo que provocará fallos en la aplicación de la norma

  • Además, lamentan que no se haya contado con ellos para su redacción

A la controvertida Ley de Protección, Derechos y Bienestar Animal, impulsada por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 de Ione Belarra, no hacen más que salirle detractores en bloque desde toda suerte de frentes.

Cazadores, agricultores y ganaderos fueron los primeros en poner el grito en el cielo cuando fue redactada, hace ya más de un año, al considerarla cuando menos «disparatada» –una afirmación que no han parado de repetir desde entonces–. No fueron los únicos: hace menos de un mes, incluso la judicatura alertó de los «peligros» que entraña en diversas cuestiones y llegó a afirmar que «el anteproyecto no consigue lo que anuncia». Ahora, han sido los propios veterinarios, principales garantes del bienestar de los animales, los que han clamado contra el texto. Y su veredicto es claro: la Ley de Bienestar Animal no refleja el bienestar animal, por irónico que parezca. Al menos en su concepto científico.

Así lo ha manifestado esta semana en un comunicado la Organización Colegial Veterinaria (OCV), que ha avisado de que no guiarse por esa definición provocará fallos en la aplicación de la norma una vez aprobada e impedirá proteger a los animales «como es debido». A través de su vocal, María Luisa Fernández Miguel, que hace pocos días ofreció una entrevista en Cuatro en la que incidió por el mismo flanco, la entidad es rotunda al sostener que la ley «huye del término bienestar animal, que surge de la ciencia y que está absolutamente reglado y asegura que un animal viva bien».

Durante la entrevista, Fernández explicó que este concepto «es lo que determina cómo hay que hacer las cosas para que un animal tenga sus cinco libertades cubiertas», en referencia a la alimentación, alojamiento, salud, bienestar emocional y capacidad de expresar conductas propias de la especie. Y mostró su «honda preocupación» porque, según sostiene, si no se atiende al criterio científico y se quiere hacer una norma basada en la «dignidad, en la ética o en conceptos abstractos», no se va a poder hacer una ley «de verdad aplicable y que proteja a los animales como es debido». «Las leyes tienen siempre que ser claras y basarse en la ciencia y en lo profesional», apostilló.

Veterinarios municipales, una «figura fundamental»

Ante esta tesitura, la OCV echa de menos que el texto legislativo no hable de los veterinarios municipales, que son una «figura fundamental». «En muchos casos estamos legislando sobre algo que no vamos a poder controlar porque no tendremos un técnico veterinario en la Administración, competente para aplicar esta normativa», advierte.

En último lugar, la portavoz defiende que la profesión veterinaria tiene una visión muy «respetuosa» de los animales y argumenta que el bienestar es «diferente» en función del tipo de especies y de su cometido, por lo que no tienen nada que ver los animales de compañía con los de producción.

A ese respecto, Fernández lamenta que la nueva ley busque reforzar lo que tiene que ver con protección animal y no tanto lo relacionado con el bienestar animal, algo que ve «imposible de aplicar en la práctica» y que deja a los veterinarios en una situación «muy complicada» a la hora de realizar su trabajo diario en las clínicas.

Consultada por El Debate, la OCV ha reprobado la ley tachándola de «ideológica» y lamentando que el sector no haya sido consultado en ningún momento a la hora de elaborarla.