La bronquiolitis infantil satura los hospitales de Alemania: «Estamos con el agua al cuello»
Cuentan con «una gran cantidad increíble de niños enfermos, trabajadores infectados y a la vez, una escasez crónica de personal»
La brasileña Débora Zilz, madre el pequeño Andreas, es una de las afectadas por la epidemia de bronquiolitis infantil en Alemania, aunque ella tuvo más suerte que otras familias. La residente en Berlín acudió al hospital Saint Joseph de la capital alemana con su hijo aquejado de una seria complicación respiratoria, en ese momento no pudieron hacer nada. Después de pasar una larga noche en urgencias le pudieron hospitalizar. «Cuando llegué al servicio de urgencias hace dos días no había más lugar», comentó Zilz, a Afp.
El personal, desbordado por la situación «llamó a todos los hospitales de Berlín y de Brandemburgo», el estado vecino, en busca de una cama para su bebé de apenas 13 días de vida. No obstante, la situación para el paciente fue favorable: «Al final, tras pasar una noche en el servicio de urgencias, pudimos quedarnos», dice.
El pequeño Andreas en el servicio de cuidados intensivos ha bajado de peso hasta los 3,1 kilos, los que pesaba cuando nació. El pequeño sufre bronquiolitis, una infección de pecho que afecta sobre todo a la primera infancia y en este momento golpea duramente a Alemania.
Este aumento de casos de bronquiolitis se ha dado, según los expertos, por la protección de las mascarillas. Los más pequeños han estado muy poco expuestos a otros coronavirus, por lo que no han podido inmunizarse. Alemania no es el único país que vive esta situación, varios países de la Unión Europea también están viviendo este resurgimiento.
La situación es preocupante sobre todo para los recién nacidos y los niños que por primera vez están expuestos al virus sincitial respiratorio (RSV) que es el que suele causar de forma común la bronquiolitis.
Una plantilla más reducida de sanitarios
A la gravedad de la situación se le suma la escasez de pediatras del hospital alemán, por lo que, según los médicos «la plantilla hace lo que puede». «Estamos con el agua al cuello», confesó Beatrix Smchmidt, jefa del departamento de pediatría y neonatología del hospital. Además, apuntó que cuentan con «una gran cantidad increíble de niños enfermos, trabajadores infectados y a la vez, una escasez crónica de personal».
Ubicado en el barrio de Tempelhof, cerca del centro de Berlín, el Saint Joseph normalmente tiene 80 camas para niños enfermos, pero debido a la escasez de sanitarios, actualmente solo pueden utilizarse 51. Además, en la unidad de cuidados intensivos cuenta con 18 camas, las cuales están todas ocupadas.
Muchos pequeños enfermos han tenido que ser transportados en helicóptero a otras regiones, como el estado de Mecklemburgo-Pomerania Occidental (noreste) y Baja Sajonia.
De acuerdo con datos del instituto de salud Robert Koch, 9,5 millones de personas sufrieron algún tipo de enfermedad respiratoria en Alemania la semana pasada, en todos los grupos de edad.
La cifra se sitúa bastante por encima del mismo periodo en 2021 y se encuentra más alto que el pico de la epidemia de gripe de 2017-2018. «Durante muchos años hemos ahorrado en nuestro sistema de salud. Y los niños son los primeros en pagar el precio», comentó la doctora.