En torno a un 30 % de los periodistas reconoce tener un problema «grave» de salud mental
Según el informe, la independencia de los profesionales de la información ha ganado unas décimas respecto al año pasado, pero aún se sitúa por debajo del 5
En los últimos tiempos se está poniendo el foco en la salud mental, en especial los medios de comunicación, al ser un problema creciente y con pocos medios para paliarlo. Pero un informe de la Asociación de la Presa de Madrid (APM) expone ahora que los propios periodistas sufren este tipo de problemas en un alto índice.
Entre el 24 % y el 35 % de los periodistas reconoce tener un problema «grave» o «algo grave» de salud mental, según una encuesta a 1.328 periodistas –la cifra más alta de los últimos años– recogida en el Informe de la Profesión Periodística 2022 de la Asociación de Presa de Madrid (APM).
Además, en torno al 70 % de los periodistas y comunicadores consideran que el estado de salud mental de sus colectivos es un problema y la mitad de los profesionales que han respondido a la encuesta admite que «sufre con cierta intensidad algunos de los síntomas tradicionalmente considerados dentro de la salud mental: estrés, fatiga, trastornos del sueño o ansiedad».
Asimismo, respecto al origen del problema de salud mental de periodistas y comunicadores, el informe constata que para los primeros debe buscarse en las condiciones generadas por la precariedad laboral, mientras que, para los comunicadores contratados se derivan, sobre todo, de los problemas inherentes a su actividad.
«Los problemas laborales ya están pasando factura a la salud de los periodistas, hay que hacerle frente antes de que sea grave», ha explicado el director del informe, Luis Palacio, durante la presentación.
En cuanto a la independencia de los periodistas y la confianza en la información, Palacios ha señalado que las dificultades de los periodistas para cumplir con sus obligaciones profesionales alcanzan su verdadera dimensión cuando «más de tres cuartas partes» de los periodistas contratados y autónomos confiesan que, «en distintos grados, han recibido presiones para modificar elementos significativos y relevantes de sus informaciones». «Y en torno al 10 % las recibe de forma habitual», ha añadido.
La encuesta refleja que más de la mitad de las veces los puestos que reciben esas presiones son los directivos medios aunque, según ha declarado el director, «deberían ser los primeros interesados en defender su independencia».
Además, en torno a un 70 % de los encuestados reconoce que en su trabajo hay que presionar a los periodistas y el 15 % manifiesta que tiene que hacerlo con frecuencia, lo que al 43 % de los periodistas y al 24 % de quienes trabajan en comunicación les genera problemas éticos.
En cualquier caso, según el informe, la independencia de los periodistas ha ganado unas décimas respecto al año pasado, pero aún se sitúa por debajo del 5, concretamente en un 4,7. Sin embargo, la sociedad española puntúa con un 5,2 a la confianza de la información que recibe de los medios y que elaboran los periodistas.
También sube el porcentaje de profesionales que considera que la imagen del periodismo es mala, que ha pasado del 76 % al 82 % por causas como el sensacionalismo, la falta de rigor y de calidad de la información, los intereses económicos o políticos de los medios. En definitiva, la falta de independencia y de objetividad.
En este sentido, la mitad de los encuestados –más de la mitad en los tramos más jóvenes– señala que la responsabilidad de la mejora de la imagen es de las empresas periodísticas, por delante de las asociaciones profesionales o de quienes consideran que esa imagen solo se mejora con el trabajo.
El paro de los periodistas cae un 17 %
Por otro lado, el informe refleja que, al igual que en 2021, el paro de los periodistas ha vuelto a caer un 17 % en 2022, lo que sitúa este dato en el «nivel más bajo» desde la crisis del 2008, tal y como ha explicado Palacio.
«Estamos hablando de paro registrado, es decir, de aquellos profesionales que han estado dados de alta en un trabajo anterior y solicitan uno nuevo. No incluye a los graduados recientes que no han tenido una oportunidad laboral –8.700 frente a 6.000 parados– ni a los profesionales que buscan empleo por otros medios», ha especificado.
Además, según la encuesta, los principales problemas de la profesión son la mala retribución, seguido del paro y la precariedad y, por último, la falta de independencia política y económica de los medios.
Según el estudio, las condiciones laborales de los periodistas y comunicadores no mejoran. En este sentido, destacan los largos horarios de trabajo. El 61 % los periodistas contratados y el 47 % de autónomos trabajan más de 40 horas a la semana (el 55 % y 47 %, respectivamente, en el caso de los comunicadores).
Por otro lado, el informe muestra la igualdad entre hombres y mujeres está equiparada en la redacción, pero a medida que se asciende a los puestos de mayor responsabilidad, la presencia de las mujeres disminuye «drásticamente». Por ejemplo, de los 100 medios más relevantes, sólo 23 medios tienen como directora a una mujer.
En cuanto a la contratación en medios de comunicación, sigue aumentando dicho dato y las mujeres representan el 52 %, cifra que cada año se va acercando más a la de graduados en Periodismo, donde las mujeres representan el 60 % y los hombres el 40 %.
Formación de los periodistas
Según el informe, los estudios de Periodismo siguen siendo atractivos para los jóvenes españoles, ya que entre 22.000 y 23.000 estudiantes se matriculan en los distintos niveles del grado año tras año. «A ellos habría que añadir entre 3.000 y 4.000 alumnos matriculados en los másteres», ha agregado Palacio.
En todo caso, la encuesta revela que el 74 % de los consultados, sobre todo los más jóvenes, considera que hay falta de adecuación de los planes de estudio a las necesidades profesionales y el 62 % de los profesionales piensa que la posibilidad de estudiar Periodismo «habría que adecuarla a la demanda potencial de profesionales, es decir al mercado de trabajo».