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La ley trans permite cambiar de sexo con solo acudir al registro

Sociedad

Lo que permite la ley trans: que niños compartan vestuario con las niñas solo por decirlo en el registro

El Congreso ha aprobado con 188 votos a favor, 150 en contra y 7 abstenciones el polémico texto impulsado por el Ministerio Igualdad

El Congreso ha aprobado este jueves con 188 votos a favor, 150 en contra y 7 abstenciones la ley trans, el polémico texto impulsado por Igualdad y que ha provocado un importante conflicto interno dentro del PSOE. Ahora será el Senado el que reciba el proyecto de ley, cuya aplicación deja muchos interrogantes.

Esta ley permite el cambio de sexo registral a menores sin necesidad de informe médico bajo un principio de igualdad y no discriminación. La modificación registral será posible a partir de los 12 años con autorización judicial, a partir de los 14 con permiso paterno y para los menores de 16 y 17 años no será necesario más que la voluntad del interesado.

Solo con ir al registro

Esto, en la práctica, significará que aquellas personas que decidan el cambio registral de sexo tendrán que ser tratados de acuerdo con la opción escogida, pero crea importantes controversias según qué contextos. Por ejemplo, cualquier hombre que se haya autodeterminado como mujer, podrá compartir las instalaciones correspondientes como duchas de gimnasios y colegios, baños públicos, etc.

La aplicación de estos supuestos está regulada en las leyes autonómicas y algunas regiones ya establecen que aquellos que realicen el cambio registral tendrán que ser tratados según su nueva identidad en todos los aspectos. Es decir, una niña anatómicamente varón podrá compartir baño y duchas con sus compañeras sin ningún tipo de inconveniente.

En Baleares, por ejemplo, desde 2016 se establece que si en los centros educativos se hacen actividades diferenciadas por sexo, «se tendrá en cuenta el sexo sentido por el alumnado y se garantizará su acceso y el uso de las instalaciones del centro de acuerdo con su identidad de género, incluyendo los baños y los vestuarios».

Otro asunto controvertido es el del deporte. Numerosos colectivos han advertido que las mujeres trans gozan de beneficios en las competiciones femeninas y son varios los ejemplos polémicos al respecto.

Uno de los casos más recientes es el de Lia Thomas, una nadadora estadounidense de la Universidad de Pennsylvania que se convirtió este año en la primera persona trans en ganar un campeonato de EE.UU. Sus compañeras expresaron su incomodidad por compartir vestuario con alguien que tiene genitales masculinos. Sin embargo, el miedo a ser tachado de transfóbicos impidió que Thomas fuera expulsada de la universidad.

Podemos y PSOE silencian las críticas

Varios expertos y diferentes entidades pidieron precisamente comparecer en el Congreso para abordar la problemática de la ley desde diferentes puntos de vista, pero la tramitación por la vía urgente eludió cualquier debate.

Entre los interesados había grupos tan distintos como asociaciones feministas, la Asociación Española de Psiquiatría, el Consejo General de Colegios Médicos, profesionales de las Unidades de Género e investigadores especializados en Mujer y Deporte. En total, 30 entidades y profesionales conocedores de la problemática. Sin embargo, todas estas voces fueron silenciadas ante la cerrazón de Podemos, que se negó a escuchar cualquier consejo.