La moneda de cinco céntimos de Italia de 2002, caracterizada por el grabado del Coliseo Romano en una de sus caras, puede alcanzar en algunas subastas el precio de 80 euros
Un error de acuñación en la moneda de Bélgica (2004) la retiró de la circulación al poco tiempo. En la actualidad, su valor puede llegar a los 200 euros
350 euros es la suma que puede alcanzar la moneda austriaca de cinco céntimos de 2002, de escasa circulación y con una cotización que va en continuo aumento año tras año
En el caso de la moneda griega de 2002, su valor llega a los 470 euros
La más antigua y, por ende, más valiosa es la de Francia de 1999, que por un pequeño error de impresión y deformación en el diseño ha disparado su valor hasta los 850 euros a los que puede llegar actualmente