Alerta en China por la covid: el 70 % de los 25 millones de habitantes de Shanghái están infectados
Los pacientes que no tienen sitio en los hospitales reciben atención tumbados en las aceras cercanas al hospital
El pasado martes, el presidente de China, Xi Jinping, aceptó la derrota y el despropósito de la política «covid cero» que impuso para contener el coronavirus y causó las primeras protestas masivas de la población.
El el anual discurso de Nochevieja, Jinping reconoció «dificultades y desafíos sin precedentes» y aclaró que el país se encuentra en una nueva fase de control. En la víspera dijo que se había «optimizado» la estrategia de la nación para proteger la vida de las personas y minimizar los costos económicos.
China abandonó las estrictas restricciones el pasado 7 de diciembre. Desde ese momento los contagios de coronavirus han crecido desmesuradamente. Los 20 días siguientes a abandonar la política «cero covid» la curva de casos llegó hasta casi los 250 millones de habitantes infectados, lo equivalente al 18 % de la población total, comunicó la principal autoridad de salud del Gobierno.
A pesar de las palabras del presidente, los datos no se sustentan. China ha estimado que desde el comienzo de la pandemia a finales del año 2019 alrededor de 5.000 personas han muerto a causa del virus. No obstante, los expertos describen otra realidad: 9.000 muertes por día.
Situación hospitalaria
En los desbordados hospitales de Shanghái, los pacientes ancianos enfermos de covid tosen, gimen y tienen dificultad para respirar. Los sistemas de salud están saturados y no dan abasto con la situación que está viviendo el gran país asiático.
En Shanghái, una de las ciudades más ricas de China, la situación sanitaria es especialmente crítica. Desde diciembre 2022, aproximadamente 70 % de la población, es decir, unos 18 millones de personas, habría contraído el virus según los medios de comunicación oficiales.
En dos hospitales de la megalópolis, la AFP observó el martes a cientos de pacientes, en su mayoría ancianos, tumbados sobre camillas en medio de servicios de emergencia saturados. Muchos están conectados a perfusiones o botellas de oxígeno y permanecen bajo supervisión cardíaca.
La mayoría están envueltos con mantas, abrigos gruesos y gorros de lana. Algunos parecen inanimados. Otros reciben tratamiento fuera del edificio, en la acera, por falta de espacio.
Las cifras desfasadas de la realidad
En el hospital Huashan, cerca del lugar donde en noviembre estallaron manifestaciones contra el cansancio de la política «covid cero», un joven se coloca al lado de la cama de otro paciente anciano y lo protege de las idas y venidas de la multitud que recorre el lugar.
En una sala de espera del hospital Tongren, en el oeste de Shanghái, una enfermera acerca con cuidado una pajita a los labios secos de un paciente. Está conectado a un tanque de oxígeno. Mientras tanto, un médico con visera y bata blanca se ocupa de una anciana que tiembla bajo una gruesa manta.
Ante la afluencia de enfermos los médicos y enfermeras infectados con covid siguen trabajando sin descanso.
Las autoridades reconocen que, en la actualidad, la magnitud de la epidemia es «imposible» de determinar, ya que las pruebas de detección del coronavirus ya no son obligatorias y los datos son fragmentarios.
A la preocupación del sistema sanitario se le suma el problema de las farmacias, ya que carecen de medicamentos para bajar la fiebre y los crematorios no dan abasto debido a la afluencia de cuerpos.
La Comisión Nacional de Salud (NHC), que tiene carácter ministerial, dejó de publicar las cifras diarias de casos y muertes. Actualmente, es el Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) el que se encarga de ello, pero, a partir de la próxima semana, lo hará solamente una vez por mes.
Las autoridades también revisaron los criterios para atribuir una muerte al covid. Desde principios de diciembre, solo se registraron 15 decesos relacionados con el virus en el país de 1.400 millones de habitantes, cifras que muestran un desfase total con la realidad observada en el lugar.