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Un grupo de viajeros hace cola el 8 de enero en una estación de Shenzhen para trasladarse a la vecina Hong KongAFP

Fin de la política de 'cero covid' en China

Euforia en la frontera china con Hong Kong tras el fin de las restricciones

La reapertura de las fronteras, este domingo, permite a decenas de miles de personas regresar a sus casas o reunirse con sus familias por primera vez en tres años

Mientras se despide de su novio en la estación de ferrocarril de Lok Ma Chau, la estudiante Yuri Tan se encontraba este domingo entre los cientos de personas que se dirigían al norte de la frontera de Hong Kong con la China continental, tras el levantamiento de las restricciones de viaje por la pandemia, que permite por fin que las familias se vuelvan a reunir.

«Voy a regresar porque ya no tengo que someterme a la cuarentena», confiesa eufóricamente Tan a AFP mientras agarra su maleta, en la que lleva cajas de medicamentos contra la fiebre para su familia.

Tan viaja a Shenzhen, justo al otro lado de la frontera con Hong Kong, desde donde tomará un vuelo de conexión a su ciudad natal de Yangzhou, en el este de China. Un viaje que hasta hace poco habría significado semanas de aislamiento obligatorio.

Pekín levantó este domingo las normas de cuarentena para todos los viajeros internacionales, poniendo fin así a casi tres años de cuarentena. Ese mismo día, la mayoría de las restricciones en la frontera entre la China y Hong Kong también se suprimieron. Alrededor de 60.000 personas pueden moverse ahora en los dos sentidos.

Una gran multitud se agolpaba en el cruce fronterizo de Lok Ma Chau rumbo al norte, mientras que eran pocos los que se dirigían hacia el sur. A dos semanas del Año Nuevo chino, muchos aseguran que viajan para reunirse con sus familias.

Pruebas antes del viaje

Galen Liu, un estudiante chino, cuenta que estaba preparando un doctorado en Europa, lo que hasta ahora hacía prácticamente imposible volver al país y le generaba un sentimiento de «impotencia».

Hace dos semanas, voló a Hong Kong y esperó a que se reabriera la frontera para ver a sus padres y su hermana en la vecina provincia de Guangdong. «Realmente, estoy muy contento», dijo Liu a AFP. «Ahora, puedo regresar por fin a casa y no necesito tomar un vuelo. Simplemente puedo atravesar la frontera vía terrestre», prosiguió.

Liu hizo acopio de medicamentos para los miembros de su familia. La mayoría de ellos, según él, se infectaron recientemente de coronavirus, tras el fin de la estricta política de 'cero covid' impuesta por las autoridades.

Los casos se han disparado en el país más poblado del mundo, con hospitales y morgues sometidos a fuertes tensiones. En la habitual línea de opacidad que caracteriza al país, las autoridades apenas han proporcionado datos sobre el verdadero número de contagios o muertes.

Una ama de casa, que se presenta con el nombre de Dong y vuelve a Hong Kong desde Shenzhen, permanece de manera estoica ante el estallido de nuevos casos. «Es inevitable cuando se relajan las restricciones. La gente debe poder desplazarse, si no la economía no puede crecer. Debemos tratar la cuestión con más calma», considera.

Las personas que cruzan la frontera entre Hong Kong y el continente deben presentar una prueba negativa reciente, un requisito que Pekín ha reprochado esta semana a los países que imponen un test a los viajeros procedentes de China.

Liu, de 80 años, regresa a Hong Kong para celebrar el Año Nuevo Lunar con su familia. «Espero que el procedimiento pueda simplificarse aún más con la supresión, por ejemplo, del resultado de la prueba obligatoria», afirma a AFP. «Es un poco complicado para un hombre de 80 años como yo», remacha.