Reino Unido cumple su advertencia y veta la ley trans escocesa, similar a la de Podemos
El Gobierno británico había apreciado tras su aprobación posibles extralimitaciones en las competencias atribuidas al Parlamento escocés
Reino Unido cumple finalmente su advertencia. Tal y como había venido avisando en las últimas semanas tras la aprobación de la nueva ley trans escocesa, el Gobierno británico ha avanzado este lunes que bloqueará su entrada en vigor al considerar que con ella Escocia se extralimita en sus competencias constitucionales. Una ley que se asemeja en gran medida a la aprobada por el Gobierno español, a propuesta de Podemos.
El ministro británico para Escocia, Alister Jack, prevé presentar este martes ante la Cámara de los Comunes una orden para evitar que la legislación aprobada en Holyrood (el Parlamento escocés) el pasado 22 de diciembre sea enviada al Rey Carlos III para recibir su consentimiento formal.
La decisión es histórica, pues se trata de la primera vez en la que el Ejecutivo británico activa la conocida como sección 35 de la ley que estableció la autonomía del Parlamento escocés en 1998, y que permite a Londres vetar leyes que considere que afectan a «asuntos reservados» al Gobierno central.
Las razones para invocarla tienen que ver con las diferencias que la nueva ley marca respecto al texto británico vigente. La ley de la Unión, por un lado, establece una edad mínima de 18 años para solicitar un cambio de género, exige un diagnóstico médico de disforia y evidencias de que el solicitante ha vivido al menos dos años con su nuevo género. La ley escocesa, impulsada por el Partido Nacional Escocés (SNP), reduce en cambio esa edad a los 16 y elimina la necesidad de presentar un informe médico y otras pruebas.
«Mi decisión de hoy tiene que ver con las consecuencias de la legislación (escocesa) sobre el funcionamiento de la protección a la igualdad en el conjunto de Gran Bretaña y otros asuntos reservados», afirmó en un comunicado el ministro británico. El veto del Ejecutivo central es «necesario» y «el procedimiento correcto», sostuvo Jack, que aseguró que no ha tomado la decisión «a la ligera». «Las personas transgénero que están atravesando el proceso de cambiar su sexo legal merecen nuestro respeto, respaldo y comprensión», agregó el ministro.
Y es que, en Londres, hasta los laboristas han visto con malos ojos la aprobación de esta ley. El líder del Partido Laborista, Keir Starmer, confesó que tenía bastantes «preocupaciones» y que apoyaría a Sunak para bloquear su puesta en marcha.
Asimismo, también pidió un «debate adulto» sobre la modernización de la ley de género. Los dos principales partidos de Reino Unido (tories y laboristas) coinciden en que esta nueva norma puede provocar un «gran impacto» en la sociedad.