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Un paciente ingresado en una unidad de cuidados intensivosGTRES

Sociedad

Sindemia: la amenaza de la sanidad para 2023 según el Foro de Davos

Se trata del conjunto de problemas de salud que se potencian mutuamente y afectan al estado general de una población

El Foro Económico Mundial –también conocido como Foro de Davos– define la sindemia como «un conjunto de problemas de salud simultáneos que se potencian mutuamente y que afectan al estado general de una población». Una situación que ya estamos empezando a notar y que amenaza con colapsar el sistema.

Aunque durante años se ha aplicado este concepto a la investigación del sida, la pandemia del coronavirus y la carga de enfermedades crónicas lo han vuelto a poner de actualidad ya que el deterioro social, consecuencia del contexto económico y político, contribuirá a la aparición de enfermedades endémicas y un empeoramiento de salud.

Así, la desigualdad y los conflictos en los «valores sociales», continúa el estudio, podrían precipitar cambios normativos en materia de educación, empleo, vivienda o inmigración, algunos de los cuales podría agravar ciertas enfermedades.

«Por ejemplo, la falta de protección LGTBQ se ha relacionado con peores resultados de salud por culpa del VIH y la falta de atención médica. El estrés financiero crónico y el racionamiento de lo esencial, como tener que elegir entre calentar y comer, tendrá impactos físicos y psicológicos a largo plazo incluso en personas sanas», añaden los autores.

Otro de los puntos que favorecerá esta sindemia y que se ha visto reflejado durante la crisis del coronavirus es la menor confianza en las instituciones públicas, que da como resultado «respuestas pandémicas menos efectivas». «La desinformación creciente podría aumentar aún más las dudas sobre las vacunas, lo que ha llevado al resurgimiento de enfermedades localmente erradicadas como la poliomelitis».

Escasez de sanitarios

Los autores también destacan el recorte de plantillas en el sector sanitario como consecuencia de la inflación tras superar la fase más dura del coronavirus, una situación que ya estamos viviendo en nuestro país: «Los sistemas de salud se enfrenta al agotamiento de los trabajadores y a la escasez en un momento en que la consolidación fiscal corre el riesgo de desviar la atención y los recursos a otros lugares».

Tras la pandemia, los gobiernos están priorizando otras inversiones públicas en un momento en el que los países destinan una importante cantidad de sus presupuestos a la atención médica. Antes del coronavirus, la OMS ya advertía que hacían falta 30 millones más de profesionales sanitarios para hacer frente al déficit.