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Las sobredosis han aumentado un 20 % desde que se despenalizaron las drogas en Oregón.Pixabay

Una provincia de Canadá prueba la despenalización de las drogas duras

El número de muertes relacionadas con sobredosis sobrepasó el de muertes por el coronavirus

Una provincia de Canadá despenalizó el martes la posesión de pequeñas cantidades de cocaína, heroína, fentanilo y otras drogas duras en un cambio radical de política para abordar una crisis de sobredosis de opioides que ha matado a miles.

Columbia Británica, de cinco millones de habitantes, es la primera provincia canadiense en poner en marcha esta medida, hasta ahora aplicada solo en el estado estadounidense de Oregón y en Portugal.

Durante los tres años de este proyecto piloto, los adultos en Columbia Británica que se encuentren con hasta 2,5 gramos de estas drogas, en lugar de enfrentar la cárcel o multas, recibirán información sobre cómo acceder a los programas de tratamiento de adicciones.

La policía tampoco incautará sus drogas, pero los vendedores y traficantes de drogas duras seguirán enfrentándose a procesos penales.

«La situación nunca ha sido más urgente», dijo la ministra de Salud Mental y Adicciones, Carolyn Bennett, la víspera de la entrada en vigor de las nuevas reglas, que según sugirió en mayo pasado, podrían expandirse a otras provincias canadienses.

Columbia Británica, epicentro de esta crisis en Canadá, ha registrado más de 10.000 muertes por sobredosis desde que declaró el estado de emergencia de salud pública en 2016, lo cual supone unas seis personas al día. A nivel nacional, el número de muertes superó las 30.000.

Y durante la primera ola de la pandemia de covid, en mayo de 2020, el número de muertes relacionadas con sobredosis en Columbia Británica sobrepasó el de muertes por el coronavirus.

El cambio de política busca eliminar el estigma asociado con el consumo de drogas que impide que las personas busquen ayuda y fomentar la noción de que la adicción es un problema de salud.

La vergüenza en torno al consumo de drogas «hacen que la gente oculte su adicción», señaló Bonnie Henry, funcionaria de salud pública de Columbia Británica. «Significa que mucha gente muere sola».