'Nuevo Nostradamus', el vidente que predijo el Brexit y la covid, vaticina una catástrofe global en 2023
Craig-Hamilton Parker es un psíquico británico que se ha hecho famoso por sus profecías
Craig Hamilton-Parker tiene 69 años y es psíquico, pero se ha hecho famoso por sus profecías y vaticinios. Predijo que Donald Trump ganaría las elecciones de 2016, y acertó. Aseguró que el Reino Unido abandonaría la Unión Europea, y dio en el clavo. Anticipó la covid, atinó con el fallecimiento de Isabel II y ahora asegura que la Tercera Guerra Mundial se desencadenará este año.
«Creo que vamos a tener un conflicto accidental en algunos aspectos porque vamos a tener algo así como una colisión o un incidente extraño. O unos submarinos o unos aviones se estrellarán o alguien activa algo, y después ya todo comienza a salirse de control», presagió recientemente en una entrevista Hamilton-Parker, cuyas profecías le han valido el apodo de 'Nuevo Nostradamus'.
Contra lo que pudiera imaginarse, sin embargo, el vidente no apunta a una escalada de la guerra entre Rusia y Ucrania como detonante del conflicto, sino de una contienda entre China y Taiwán. Algo que, dice, terminará deviniendo en una conflagración global. «Rusia se pondrá del lado de China para convertirse en un estado paria en ese sentido, porque incitará a China y empeorará las cosas», detalló.
Hamilton-Parker, de hecho, llegó incluso a augurar el final del conflicto, que concluirá, según sus previsiones, «con una nueva China». Pero no una más grande y poderosa, sino un Estado fragmentado y «dividido en múltiples países». «Siento que va a ser un problema serio», manifestó el psíquico, y añadió que el conflicto de Ucrania pasará a segundo plano «en comparación con esto».
Las hostilidades entre China y Taiwán (cuyo nombre oficial es el de República de China) vivieron el año pasado un episodio que mantuvo en vilo al mundo entre el 4 y el 15 de agosto, después de que la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, anunciara una visita de Estado a Taiwán. Pekín considera este país parte de su territorio, y el respaldo de Washington a la isla desde su independencia, en 1945, ha representado un foco de tensión que se ha ido intensificando con el tiempo.